Puerto Príncipe/DPA y AFP. - “No tuve miedo”, asegura valiente una joven de 15 años que fue rescatada de entre los escombros.

La haitiana pasó 18 horas bajo las ruinas de una casa completamente derruida en Puerto Príncipe. Sus salvadores, entre ellos su hermano, solo contaban con una pala. Ellos temían que el bloque de cemento se hundiera.

Entonces, las cámaras de televisión mostraban cómo, tras más de cinco horas de delicado trabajo, fue liberada de entre los escombros. Por suerte, sobrevivió.

En esa misma casa bajo la que quedó sepultada, perdió la vida una tía. La joven escuchó cómo otra mujer gritaba: “me muero”.

En medio de las ruinas, un hombre de unos 40 años, levantaba los brazos y lloraba: “He perdido a mi padre”.

Este fue tan solo uno de los incontables edificios que no soportó el terremoto de 7 grados en la escala de Richter que en la noche del martes sacudió Haití.

Relatos de sobrevivientes como estos abundan, así como las historías de pérdidas humanas.

Miles de personas duermen en las calles tras el terremoto. En ellas reposan todavía, provisionalmente, algunos cadáveres esperando sepultura.

Para los heridos no hay medicinas suficientes. La ayuda internacional está en camino, pero el trayecto hasta el lugar de la catástrofe es complicado.

Las imágenes captadas desde el aire por las cámaras de televisión muestran un panorama espantoso. También en los alrededores de Puerto Príncipe podían apreciarse casas completamente destrozadas. Durante la noche se encienden hogueras en muchos puntos de la ciudad para llevar al menos algo de luz a la oscuridad.

Los cadáveres invaden Haití. Cientos de cuerpos se pudren al sol en el hospital central de Puerto Príncipe ante la mirada impotente de los haitianos.

En el jardín del hospital semiderruido, los heridos suplican por un médico y rezan para no acabar en el “patio de los muertos”. ¿Resurgirá la esperanza?

A levantarse

Los pedidos de donaciones arreciaban en las redes de contacto social de Internet, entre ellas Facebook y Twitter.

El hospital instalado por los militares argentinos en Haití ha colapsado y ni siquiera cuenta con hilo de sutura para operaciones.

Miles y miles de personas sin hogar se reunieron en la conocida avenida de los Campos de Marte, en Puerto Príncipe.

La ayuda humanitaria prometida por numerosos países y organizaciones ha comenzado a llegar a Haití.

El terremoto de 7 grados en la escala de Richter que sacudió Haití fue 35 veces más potente que la bomba atómica que fue lanzada sobre Hiroshima (Japón) al final de la II Guerra Mundial.