La Habana / AFP. El exjonronero Mark McGwire intenta convencer de que no “es lobo, sino ovejita descarriada” al admitir que consumió esteroides, pero el dopaje en las Grandes Ligas está lejos de ser un problema resuelto, opinó este jueves el diario oficial cubano Granma.

“El fraude de los jeringuillazos o era de los esteroides” en las Grandes Ligas “no es un problema resuelto, ni mucho menos”, señaló Granma, al subrayar que las confesiones de “McGwire puso nuevamente sal y picante a la controversia” sobre el tema.

En un comunicado divulgado el pasado lunes, el astro de las Mayores ofreció disculpas por haber consumido esteroides durante su carrera, en particular en la temporada 1998, en la que conectó 70 jonrones, rompiendo la marca de 61 en poder de Roger Maris desde 1961, y que ostentó hasta 2001.

Con sus confesiones “McGwire intentó pasar gato por liebre”, añadió el órgano del Partido Comunista (PCC).

Al referirse a las revelaciones del beisbolista, el comisionado de Grandes Ligas, Bud Selig, “intentó hacer borrón y cuenta nueva, afirmando que 'la era de los esteroides' era cosa del pasado”.

Pero sus declaraciones fueron rechazadas por el presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), John Fahey.