Antonio Alfaro
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El Erick Scott casi inadvertido en la pasada temporada, podría ser protagonista en el torneo que arranca mañana.

Si acaso logró jugar al 60% de su nivel, según reconoce. “Uno sabe lo que puede dar”. Y espera darlo a partir de mañana. El técnico Sibaja le está “dando pelota” y él espera aprovechar la opción.

Aunque no puede darse como seguro titular en el juego del sábado ante Herediano, ha practicado con los supuestos estelares.

“Estoy muy motivado, con muchas ganas de un buen torneo”.

Si su optimismo bastara, este será el regreso de aquel prometedor delantero que anotó tres de los cuatro goles de la Liga, en la final contra Santos, en el 2002. Tras su partida a Honduras y el regreso al fútbol nacional, no ha logrado volver de lleno al protagonismo.

Sólo dos juegos de titular en el pasado torneo son “muy pocos”, según admite. El desquite está por delante, gracias al buen nivel que está mostrando, según reconocen aquellos con quienes disputa el puesto, como Camacho.

Scott arrancaría como una especie de delantero central, pese a no ser el típico número “9”, ni corpulento ni un gran cabeceador.

“Lo mío sería más pivotear y enfrentar en el mano a mano”, señala Scott. “Nunca he sido un gran goleador, pero puedo servir al equipo”.