Angie López Arias
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No importa si se trata de jóvenes o adultos. Lo cierto es que la población en general se deja seducir cada vez más por los “encantos” de las redes sociales como Facebook, Twitter y Hi5.

La necesidad de estar informados, la búsqueda de pertenencia, el deseo de tener miles de amigos y mantenerse en contaco con otros, acortando tiempo y distancia, son razones que mueven a muchos a unirse a una red.

Un estudio realizado por la empresa Manpower reveló que Facebook es la red social más popular en Costa Rica.

Ha tenido un crecimiento de 317 por ciento en los últimos nueve meses. Pasó de 216 mil a 685 mil usuarios, en su mayoría, entre los 18 y 34 años de edad.

Daniel Castro no se ubica dentro de ese grupo. Apenas tiene 13 años, pero ya es un “fiebre” de Facebook y Twitter.

“Las uso para buscar amistades. Es muy adictivo, con un día sin Facebook me siento raro”, confesó.

¿Por qué el auge?

José Carlos Chinchilla, sociólogo, explicó que las redes no solo permiten a las personas estar comunicadas, sino que revolucionan campos ideológicos, comerciales y profesionales, e incluso fomentan la solidaridad.

Pero no todo es positivo. Chinchilla dijo que hay una pérdida de la intimidad. Las personas son más públicas al exponer en las redes sus fotos, pensamientos y datos personales.

Este alto grado de confianza puede ser de elevado riesgo, aunque las redes poseen herramientas para regular la privacidad.

Erick Quesada, psicólogo, afirmó que lo bueno o lo malo de las redes radica en el uso que los usuarios le den, ya que pueden ser beneficiosas o destructivas.

“Lo malo es el uso. Puede ser un potencial para generar odio y reforzar prejuicios. Pero también pueden ser utilizadas con fines positivos”, comentó.

Revolucionario

Eric Quesada, gerente de Manpower, sostuvo que las redes han revolucionado el mundo. Quizá un aspecto que ha impactado más es la forma en que las personas interactúan.

“Puedo tener muchísimos amigos, pero a lo mejor nunca he tenido contacto personal con ninguno. El relacionarse directamente con las personas, compartir, hablar, contar chistes, ver expresiones corporales, pueden perderse”, expresó.

Otro ámbito que preocupa es el laboral. Muchos empleados pasan horas del día conectados a las redes y no precisamente para fines de trabajo.

“Las redes sociales generan preocupaciones reales sobre su efecto en la productividad, reputación y seguridad organizacional”, dijo Quesada.

A pesar del crecimiento de las redes, hay quienes se resisten a exponer su vida al mundo, pero es un hecho que, poco a poco, deberán relacionarse con esta sociedad integrada virtualmente.