Eduardo Solano
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Johannesburgo.- Por mucho tiempo he pensado que soy un súper fanático del fútbol, que he seguido la historia de las competiciones más importantes, coleccionando revistas, siguiendo la pista a deportistas, llevando cifras de la más antigua historia del mundo del balón.

Sin embargo, ayer me quedé sorprendido por un periodista argentino que anda volando.

Estábamos Pablo (el argentino en mención), dos amigos más de esa misma nacionalidad y yo, almorzando en uno de los dos restaurantes del Centro de Prensa, que en ese momento preparaba una aromatizante parrillada, que podía acompañarse de ensaladas con fuerte aderezo, que intentaba suavizar el gusto por lo diferente.

Desde un principio y con una seguridad nos recitó de memoria cuanta alineación de partidos de Copas del Mundo y de los personajes que ahí plasmaron su sello, y de las novelescas situaciones que se dieron antes de la Copas.

De las que más me impresionaron y que hacía que se me enfriara el pollo que degustaba, fue la del árbitro de la final del Mundial de México 86, el brasileño Romualdo Arppi Filho, que durante ese épico juego puso a sufrir más de la cuenta a los albicelestes que dirigía Carlos Salvador Bilardo.

Nos dice Pablo que el silbante no terminaba el juego, cuando ya para todos estaba finalizado.

Bilardo a los años se lo encuentra y le pregunta por qué tardó tanto en pitar.

Él respondió simple: “Quería dejarme la pelota”.

“¿Cómo, dejarse la pelota?” replicó el DT.

Resulta que observando el video de la culminación del partido, se ve a Arppi Filho, primero tomando el balón en sus manos y luego pitando el final.

Dicen que Bilardo casi lo mata con todo lo que le dijo.

“Pablo, ¿no vas a almorzar?” le dije. “Sí”, respondió, “voy a hacer fila”. Al menos nos dio tiempo de almorzar, de lo contrario ahí estaríamos, con esas historias.

Pelotazos

Jabulani. Varios jugadores han bautizado despectivamente "pelota de supermercado" al balón oficial del Mundial,

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Todo cambia. Alemania llega a Sudáfrica con 40 miembros en el cuerpo técnico. En 1970 eran sólo 5, y en Italia 90 si acaso 10.

Antidoping. Médicos de FIFA realizan pruebas doping de forma sorpresiva y en horas de la mañana a las selecciones.