Juan Diego Villareal
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Pueblo Nuevo. La lluvia que de buena mañana cayó sobre el cantón central de Limón, no le quitó la ilusión de asistir a la iglesia con sus hijos, mientras su esposa Shaury Nelson se fue a laborar de buena mañana como operadora de grúa de JAPDEVA.

La noche anterior había sido larga, por el festejo del ascenso de Limón FC a la máxima categoría, aunque Kendall Wilson siempre mantuvo la ecuanimidad, en medio de la celebración de todos los aficionados.

En su mente había que recordar, en especial a su hermano Whayne, quien hace cinco años falleció en un accidente automovilístico.

“Este ascenso es un sueño de todos, es un anhelo de la provincia, el cual se nos hizo realidad y lo dedico a mi hermano. Desde que murió las cosas a mí no me han ido muy bien, pero por dicha puedo entregarle el título a él y a sus hijas, por lo que me siento muy contento”, dijo Kendall.

“Lo que viene para el equipo no será fácil, pero si queremos ser campeones y tener un equipo para pelear el campeonato (en Primera División) necesitamos dos figuras más de peso”.

“Esto si queremos ir a pelear con los grandes y no solo participar en el torneo”, sentenció.