Nueva Orleans/ AFP, AP y EFE.- El presidente Barak Obama afirmó que le gustaría saber a quién “patear el trasero” por el derrame de petróleo en el Golfo de México, al rechazar ayer las críticas a su gestión para contener la peor catástrofe ambiental de EE. UU.

El mandatario defendió con vehemencia su actuación ante el desastre que comenzó con la explosión, el 20 de abril, de la plataforma petrolera Deepwater Horizon de British Petroleum (BP), un suceso en el Golfo de México que dejó 11 muertos.

“Voy a ser claro porque es una idea que se ha metido en la cabeza de la gente y los medios de comunicación la promueven (...). Estuve allí el mes pasado, antes que la mayoría de estos críticos siquiera prestaran atención a lo que ocurría en el Golfo”, señaló Obama a la cadena de televisión NBC.

Obama destacó que ha hablado con los pescadores y los expertos encargados de la limpieza de la gigantesca mancha de petróleo en la costa sudeste, para saber “qué traseros debía patear”.

Desde la explosión, se han filtrado entre 71 y 147 millones litros de petróleo al Golfo de México, frente a las costas de Luisiana.

Obama agregó que de haber podido, hubiera despedido al titular de BP, Tony Hayward, por minimizar el impacto del derrame, describiéndolo al inicio como “muy, muy modesto”.

Tras la colocación la semana pasada de un dispositivo similar a un embudo, se aceleró la recuperación del crudo filtrado y BP ya aumentó en 14.800 barriles, el crudo recogido gracias a la campana de contención colocada sobre el pozo averiado.

Sin embargo, grandes franjas de petróleo se mantienen suspendidas y circulando bajo el mar. Esto sería devastador para el ecosistema submarino, ya que hay franjas de petróleo en profundidades de entre 50 y 1.400 metros.