Miércoles 9 de junio de 2010, San José, Costa Rica
Sucesos | En La Primavera de Los Chiles
Muerto a machetazos y le cortan una mano
Víctima era un peón que vivía solo/ No le robaron
  • AlDia.cr
    El cuerpo quedó en una solitaria calle de lastre, hasta donde logró caminar antes de caer. Carlos Hernández.
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    El levantamiento del cuerpo lo efectuó el OIJ de Los Chiles a las 12:30 p.m. C. Hernández.
  • AlDia.cr
    La vieja vivienda fue custodiada por varios oficiales de la Fuerza Pública. C. Hernández.

Carlos Hernández, corresponsal GN y Carlos Láscarez
clascarez@aldia.co.cr

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Los Chiles.- La Policía no tiene claras las razones del asesinato del nicaragüense Víctor Luna, de 55 años, quien fue hallado sin vida de dos machetazos en la cabeza, en el poblado La Primavera.

Quien o quienes lo asesinaron antenoche, le cortaron, además, su mano izquierda.

Su cuerpo fue hallado a escasos metros de donde vivía

El crimen fue descubierto a las 7 p.m. por un motociclista que pasaba por ese poblado, situado 30 kilómetros al sureste del centro de Los Chiles.

La víctima vivía a 100 metros del sitio donde fue encontrado asesinado.

Presentaba dos heridas profundas en la cabeza y la mano izquierda cortada a la altura de la muñeca, aseguró Venancio Rivera, oficial de Fuerza Pública.

Habitaba en una vieja casa de madera de dos pisos, propiedad de la empresa forestal Los Nacientes, para la cual laboraba.

Al parecer, Luna intentó escapar o pedir ayuda, pero se desvaneció tras caminar 100 metros, hasta caer sobre un camino de lastre que une a La Primavera con Santa Fe de Los Chiles.

A escasos metros del cuerpo se halló un garrote manchado con sangre, que fue decomisado por agentes del OIJ de la localidad.

La casa más cercana está situada a 1,3 kilómetros de distancia, por lo que nadie lo pudo escuchar o auxiliar a la víctima.

Luna era muy conocido, ya que tenía varios años de radicar en el país. Trascendió que estaba separado de su esposa, quien al parecer, vive en Barreal de Heredia con sus hijos.

Una fuente ligada al caso indicó que el robo les parece poco probable, ya que el peón dependía de su salario y vivía de manera humilde. Asimismo una posible venganza sería poco probable, ya que el fallecido no se metía con nadie y no tenía enemigos.

Gerardo Boza, un vecino, dijo que en la zona nunca había ocurrido algo así.

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