Vivieron más de dos minutos de horror - Internacionales - Periódico Al Día. Fútbol y noticias de Costa Rica

Partido en dos y totalmente colapsado quedó este edificio residencial de la ciudad de Concepción, cerca del epicentro. Foto: AP.
La localidad de Dichato, a unos 400 kilómetros de Concepción, fue arrasada por el maremoto. Foto: EFE.
Pulluhue, Cobquecura, Dichato... son los nombres de algunos de los poblados destruidos por la fuerza del agua. Foto: EFE.
El mar se llevó autos, casas, todo. En Iloca el agua se tragó también un circo. Foto: Reuters.
Miles de residentes de Llolleo lo perdieron absolutamente todo. El panorama es desolador. Foto: Reuters.
Salomé Tomita tuvo la difícil tarea de reconocer el cuerpo de su hijo, muerto en un gimnasio de Constitución. Foto: Reuters.
Saquearon supermercados de busca de comida. En éste, de Concepción, arrojaban los artículos por una ventana. Foto: AP.
Las zonas costeras piden ayuda a gritos. “Hay niños”, escribieron estos chilenos al ver pasar un helicóptero militar. Foto: AP.
Desde el día del sismo y posterior tsunami, la zona de Dichato está sin agua, luz y comida. Foto: AFP.
Una residente de La Pezca, en compañía de su hijo, recorría la zona el lunes pasado. Foto: Reuters.
“Tembló y el mar entró en nuestra casa, nos llegó hasta el cuello”, contó Eloísa Fuenzalida, de Iloca. Foto: Reuters.
Localidades cercanas al puerto de Talcahuano, afectado por un tsunami, viven en penumbras. Foto: AP.
Ellos perdieron a varios familiares que vivían en un edificio de Concepción que fue derribado por el sismo. Foto: AP.
También hubo comercios incendiados y saqueos masivos en supermercados de Pueco. Foto: AFP.
Miles de militares tuvieron que ser enviados a las zonas más afectadas por el terremoto, para frenar el pillaje. Foto: AFP.
La imagen de la Virgen María fue lo único que quedó en pie en una casa destruida. Foto: Reuters.

Chile/DPA, AFP y EFE.- A pesar de las constantes y potentes réplicas, Chile comienza a concentrar sus esfuerzos en la reconstrucción de las regiones devastadas por uno de los peores terremotos y tsunamis de la historia.

Tras el sismo de 8.8 grados que duró alrededor de dos minutos, y el posterior tsunami del 27 de febrero, el sur del país quedó destruido, incluyendo al pueblo de Dichato, ahora capital mundial de la ira de Dios.

Casas despedazadas, lanchas apiladas en los bosques y una amplia planicie de la costa hundida bajo el mar, dejaron cinco olas gigantes. Hasta el momento, las autoridades han identificado 452 cadáveres de las centenares de víctimas del sismo. Concepción fue la ciudad con mayores problemas cuando vándalos saquearon comercios en busca de alimentos.