Alexander Aguilar
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Las Águilas Guanacastecas no se habían bajado anoche del autobús, afuera del “Fello” Meza, cuando Saprissa ya les tenía el primero adentro.

Los pamperos resultaron un delicioso pastelito para este “Monstruo” que sigue hambriento en su caminar por el Torneo de Verano, donde se mantiene como único invicto con cinco triunfos y tres empates.

El frío estadio brumoso resultó bastante cómodo para el Saprissa, que solo necesitó 25 segundos para poner a las Águilas desplumadas contra la pared.

Yader Balladares robó el balón en la salida liberiana, lo recogió Alejandro Sequeira, quien en un abrir y cerrar de ojos puso a Josué Martínez de cara al gol y chupulún... el primero al fondo.

En contraparte, la baja temperatura de Cartago no le hacía bien a los guanacastecos. Se notaban faltos de confianza y sin fortaleza para inquietar la meta de Keylor Navas, quien pasó el candado hasta en el punto de penal, luego de detenerle un cobro a Tirso Guío, cuando apenas se jugaba un cuarto de hora.

El frenazo a las intenciones de las Águilas regaló más confianza a la “S”, que mantuvo su buen toque de balón, gestado desde la zona defensiva.

Había solo un equipo bien plantado en el campo, mientras que el otro era intermitente, escaso de ideas. No asustaba del todo como para acercarse a los tres puntos.

Bajo este panorama comenzó a nacer el 2-0, que llegó luego de otra asistencia de Sequeira, pero esta vez para favorecer la definición de Andrés Núñez. Dos adentro para ir con absoluta tranquilidad al descanso.

Calma que los morados no terminaron de cimentar en el complemento. Saprissa quitó el pie del acelerador y las Águilas trataron de levantar su vuelo, pero solo les alcanzó para el descuento que al final de cuentas no les sirvió para nada.

Víctor “Mambo” Núñez anotó al 78 tras madrugar en la marca a Douglas Sequeira, pero el oxígeno pampero duró poquito.

Saprissa volvió a socar en ataque y el recién llegado Allan Alemán provocó un penal que levantó la molestia general de los visitantes. Michael Barrantes anotó el tercero y final de la fría noche.