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Don Óscar Arias no se cansó de saludar a la gente, en especial a los niños. Alexánder Otárola.
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Fresquito y bien peinado, pero sobre todo de buen humor, así amaneció Arias, quien incluso contó chistes. Carlos Borbón.
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¡Qué molote! El expresidente se fue contravía. Carlos Borbón.
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Freddy Rueda calentó el ambiente afuera de la casa de Óscar Arias mientras que los payasos de La Fábrica le hacían segunda.
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Sandra Solano interpretó el tema “Paz para mi gente” y llovieron los aplausos para el ahora exmandatario, quien se vio muy emocionado y nostálgico.
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Los chinos que trabajan en la construcción del Estadio Nacional saludaron a Arias efusivamente cuando el exmandatario pasó junto a ellos.
Isaac Lobo
ilobo@aldia.co.cr
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Durante el recorrido que efectuó ayer el presidente saliente, Óscar Arias, se evidenció lo más típico del ser costarricense.
La caminata que realizó de su casa en Rohrmoser a La Sabana, para entregar la banda presidencial a Laura Chinchilla, reflejó lo que somos los ticos, en el buen y mal sentido de la palabra.
Empezó tarde, típico, pero también estuvo lleno de humor y nostalgia. El exmandatario pudo sentirse orgulloso de caminar tranquilo en media calle, sin que sufriera algún atentado, más bien sólo recibió abrazos y aplausos.
Desde los atletas de las Olimpiadas Especiales, pasando por payasos, constructores chinos y señoras de pelo cano y manos suaves y arrugadas, todos querían ofrecerle un saludo.
Don Óscar amaneció de buen humor, él mismo lo contó mientras le ponían la banda en su casa. “Estoy muy feliz”, añadió, mientras se quedaba quieto, como un chiquito en el primer día de clases, ayudado por una asistente que hizo el papel de mamá amorosa. A las 9:20 a.m. se inició el desfile y Arias sintió como la piel se le erizaba cuando Sandra Solano interpretó “Paz para mi gente”.
Luego de eso fue el caos total. El gobernante debía caminar por el carril de la izquierda del bulevar de Rohrmoser, mientras en el de la derecha se dispusieron los bomberos, bandas estudiantiles, grupos de baile, una tarima con la Virgen de los Ángeles y un montaje de los Guías Scouts, que le darían saludos paso por paso, en una especie de Vía Crucis.
Pero Arias, no sabemos si fue de la emoción, o porque nadie se atrevió a decírselo, tomó el camino de la derecha, así que la masa conforme caminaba iba llevándose en banda a los muchachos.
Por ejemplo, un grupo de bastoneras no pudo terminar los pasos que por semanas habían ensayado, porque la multitud se las “comió”. Esto no dejó de ser gracioso, porque el protocolo se rompió en mil pedazos, estoy seguro que si esto lo hubiera hecho Barack Obama, su servicio secreto se habría suicidado.
Por dicha estamos en un país en el cual todavía se puede hacer eso y hay que agradecerlo.
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Don Óscar Arias no se cansó de saludar a la gente, en especial a los niños. Alexánder Otárola.
Fresquito y bien peinado, pero sobre todo de buen humor, así amaneció Arias, quien incluso contó chistes. Carlos Borbón.
¡Qué molote! El expresidente se fue contravía. Carlos Borbón.
Freddy Rueda calentó el ambiente afuera de la casa de Óscar Arias mientras que los payasos de La Fábrica le hacían segunda.
Sandra Solano interpretó el tema “Paz para mi gente” y llovieron los aplausos para el ahora exmandatario, quien se vio muy emocionado y nostálgico.
Los chinos que trabajan en la construcción del Estadio Nacional saludaron a Arias efusivamente cuando el exmandatario pasó junto a ellos.
