Karla Barquero, colaboradora
redaccion @aldia.co.cr

         

Tras diez años de servicio, Kaiser y Holin se jubilaron de la Unidad Canina (K-9) de la Policía de San José.

De acuerdo con Adolfo Jiménez, jefe de la unidad, los perros se jubilan una vez que envejecen.

“El perro llega a una etapa en que se va haciendo más lento, se cansa más rápido, por lo que ya no está para trabajar las doce horas diarias”, comentó Jiménez.

Al tratarse de perros “emblema”, no los regalan, sino que los ubican en casas que estudiaron para garantizar un buen retiro a sus cuadrúpedos compañeros.

“No los vemos como un perro, sino como un oficial, les llegamos a tener un gran amor, por su lealtad al 100 por ciento”, comentó.

Nuevos miembros

Mientras estos dos perros se alejarán del ajetreo diario, otros cinco se incorporaron ayer, tras graduarse como canes de narcóticos y seguridad ciudadana.

Durante el proceso de reclutamiento, se hace una selección de canes desde los ocho meses y medio a los nueve meses.

Una vez que cumplen el año comienzan a trabajar en el adiestramiento, etapa que dura de cuatro a cinco meses.

Durante ese periodo, además de la búsqueda de drogas, se les enseña el patrullaje; es decir principalmente se les muestra cómo cruzar las calles y socializar con las personas.

No se trata de animales de ataque, sino que los oficiales a su cargo tienen el control.

Actualmente la unidad cuenta con 18 animales en servicio.