Rodolfo Martín
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Cartago. - Magdalena Pacheco Bolaños, a quien la Policía atribuyó presunta participación en la muerte del empresario José Andrés Borrasé Taylor, fue absuelta ayer por el Tribunal de Juicio de Cartago por carencia de pruebas en la acusación. Quedó libre ayer a las 3:18 p.m.
El asesinato de Borrasé fue perpetrado hace 13 años en una finca de Federico Tinoco en La Unión, Tres Ríos.
Por el hecho fue condenado a 25 años de prisión Laureano Montero, compañero de Pacheco en esa época, quien descontó la mitad de la pena y está libre.
Pacheco escapó en 1998 en un primer juicio y fue localizada en Nueva York el 9 de abril del 2008.
En setiembre de este año fue extraditada por autoridades de Estados Unidos al país y llevaba dos meses y 16 días en El Buen Pastor.
“¡Gracias a Dios todo salió bien!”, dijo a la emisora ADN Radio al dejar el Centro Penitenciario del Buen Pastor.
El anuncio de la absolutoria –por certeza y unanimidad– fue festejado por los familiares de Pacheco, no así por los de Borrasé, que esperaban una condena.
Tras dejar el penal, Pacheco se dirigió a la casa de sus papás en Palmares.
Sin respaldo
La absolutoria, fundamentalmente, obedeció a que el Ministerio Público presentó una acusación caracterizada “por hacer afirmaciones sin ningún respaldo probatorio”, según los jueces Sonia Sandí Zúñiga, Tatiana García Araya y Jorge Rojas Fonseca.
Incluso, acotaron que durante el debate se mantuvo esa tónica: “sobre la base de meras especulaciones que no se fundan en prueba alguna y que no llega ni siquiera a hacer prueba indiciara”.
El fallo nació de la propia reconstrucción que hizo el Tribunal sobre los hechos, explicó.
Uno de los principales defectos detectados en la acusación es que esta afirma que el homicidio obedeció a un plan previamente elaborado por ella y su pareja de entonces, Laureano Montero. A criterio de los jueces, la prueba apunta “hacia todo lo contrario”.
Además, descartan –igualmente por falta de fundamento– que el móvil hayan sido los problemas que tenían Borrasé y Montero.
Los jueces establecieron varios escenarios relacionados con el suceso y, en tres de ellos no detectaron la presencia de Magdalena. El juez Rojas Fonseca afirmó que Pacheco no fue ubicada dentro del cuarto donde Borrasé fue agredido y sometido a la impotencia, tampoco cuando lo sacaron de la casa, ni durante el traslado a la finca donde fue asesinado, crimen que se le acredita a Montero y quien, presuntamente, fue ayudado por un desconocido.
El que la acusación consigne que ella condujo ese carro no es más que una simple conjetura, porque esa afirmación no contó con prueba de respaldo, según el Tribunal.
Los jueces creen que Pacheco no sabía realmente qué estaba pasando y, de ahí, que las dos veces que la ubican estuvo como observadora y no desplegando alguna participación o ayuda para garantizar el éxito del homicidio.
Ella se habría enterado de lo ocurrido al día siguiente, cuando escuchó la noticia en los medios de comunicación.
“Como sus propios abogados”
El periodista Andrés Borrasé, padre de José Andrés, el empresario asesinado, reaccionó ayer molesto con el fallo al punto de cuestionar la imparcialidad del Tribunal de Juicio de Cartago.
“Ustedes los oyeron (a los jueces durante la breve explicación que dieron sobre la resolución emitida) defendiéndola a capa y espada... en todas formas. Él caracterizó a Magdalena Pacheco como “una imputada que se fuga... que se va, se esconde por 13 años, que se cambia de nombre y estos señores (los jueces) la defienden como si fueran sus propio abogados”.
Al preguntarle si apelará ante Casación, respondió no creer tener las fuerzas físicas para seguir adelante. “Yo me siento un poco cansado, son 13 años de estar en esta lucha para terminar en esto, como que no vale la pena seguir adelante, pero hablaré con mis abogados para ver si hacemos un último intento”.
Criterios encontrados entre las partes
Marcela Rodríguez, defensora.
Es una resolución que se ajusta a larealidad. Estamos muy felices. Al final de todos estos años se hizo justicia”.
Marcela Carranza, viuda.
Puse todo en manos de Dios, pero no estoy contenta. Estoy molesta. Me parecen una barbaridad las leyes de este país”.
José A. Cabezas, querellante.
Añoro al Tribunal que resolvió en el caso Crucitas, porque tuvo capacidad de análisis y valentía, cosa que creo aquí falló”.
Rodrigo Araya, querellante.
Respetamos el fallo del Tribunal mas no lo compartimos. Intentaremos demostrar ante la Sala III que ella sí es responsable”.
Guiselle Rivera, fiscal.
¿Qué le puedo decir? Es lamentable que el Tribunal no se haya sentado a analizar todos los elemento probatorios”.
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