El delantero peruano del Hamburgo, Paolo Guerrero, aceptó pagar una multa de 100.000 euros (¢67 millones) por haber agredido a un hincha con un botellazo el pasado mes de abril.

Ese dinero irá destinado a una organización de interés público. Con ello, Guerrero evitará un juicio público y una posible condena a prisión de entre seis meses y 10 años por lesión corporal.