Isaac Lobo, Felipe Arrieta y Esteban Valverde
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Green Day resultó ser medio tico: porque dejaron lo mejor para última hora. Así lo expresó su cantante Billie Joe Armstrong, anoche en el estadio Ricardo Saprissa.

La banda californiana salió a escena a las 8:35 p.m., para cerrar oficialmente su gira mundial “21st Century Breakdown”.

“Este es el ‘show’ final y lo más bueno siempre lo dejamos para este momento”, gritó Joe y la gente estalló como si sus palabras fueran un fósforo sobre pólvora.

En 1994 con el video del tema “Basket Case” nos habían dado una pista: ¡Qué ellos están completamente locos! Al igual que en esa época cuando tocaron en un manicomio, el estadio se contagió de su locura y alegría exagerada.

El primero en salir a tarima fue el baterista Tré Cool quien agarró los bolillos de su batería y los tiró hacia atrás.

Inmediatamente tocaron el tema “21st Century Breakdown”.

Con la canción “Know your enemy” empezó el desfile de fanáticos que subían a tarima.

Uno de ellos fue el joven Ignacio de la Hormaza que estaba en muletas por un golpe en su pie. Billie Joe lo tiró al piso y este caminó solo, a lo que el cantante le expresó “¡Estás curado!”.

Luego siguieron los éxitos “She”, “American Idiot” y el infaltable “When I Come Around" y la sensación de que no pudo haber sido mejor. Tan largo, tan intenso, tan exagerado, tan Green Day “East Jesus Nowhere”, “Holiday” y “Give Me Novacaine”.

Con la canción “Boulevard of Broken Dreams” el público que apenas llenó en un 60 por ciento el recinto morado se cargó de júbilo y cantaron y cantaron...

Cuando el vocalista interpretó “King for a Day” se convirtió precisamente eso: el rey por un día.

Antes de ellos solo Bufonic pisó el escenario principal y su vocalista Carlos Montero se la jugó muy bien.

Ellos interpretaron temas como “El eco”, “Viento en costra” y “Edificaciones”. “Fue demasiado rico estar allá arriba” contó el guitarrista Jefrey Monge, luego de haber vivido la experiencia de su vida.

A lo largo de tres horas de concierto, de canciones que recorren toda la discografía, de palabras, gestos y muecas de comedia, fueron mezcladas por explosiones.