“Ni de la iglesia ni del Estado, mi cuerpo es mío”. Esta es una de las tantas frases que corearon decenas de mujeres frente a la Catedral Metropolitana, en la llamada “Marcha de las Putas”.
El descontento de las manifestantes se dio luego que el obispo Francisco Ulloa hiciera un llamado a las costarricenses para vestirse con más “recato”.
“El mensaje que queremos dejarle al gobierno es que no es no. Eso lo que significa es que no se puede responsabilizar a las mujeres, ya sea por su forma de vestir o por su manera de maquillar, de algún tipo de violación sexual o física”, afirmó Larissa Arroyo, vocera del movimiento.
“Se lo buscó por andar vestida como puta” y “ si se viste así, es porque quiere que la violen” son algunos de los pensamientos que esperan sean borrados de la sociedad costarricense.
El clamor de ellas
Las mujeres pidieron la erradicación de toda forma de discriminación contra ellas, incluido cualquier comentario de odio.
“ Vamos a quemar la Conferencia Episcopal por machista y patriarcal” gritaban al mostrar su malestar ya que piensan que las creencias religiosas no pueden colocarse por encima de los derechos humanos.
Melissa Ríos, manifestante comentó que ya el país debe dejar todo tipo de discriminación y que la Iglesia Católica no debería tener un papel protagónico dentro de las decisiones de las mujeres.
La manifestación fue apoyada por hombres que las acompañaron en las diversas vueltas dadas alrededor del Parque Central.
Al mediodía, la marcha tomó el bulevar y otras vías.
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