En plena huelga de anestesiólogos y médicos costarricenses, el técnico de la selección alemana, Joachim Loew, nos lo dijo sin anestesia, ni darnos tan siquiera tiempo de tomar una Voltarén: “todos los equipos son buenos (en la Eurocopa). No es como en el Mundial, donde te puede tocar Costa Rica o equipos similares”.
Duele un poco de buenas a primeras. Sobre todo si lo dice en el marco de una gala mundial, como el sorteo de grupos para el próximo campeonato del continente europeo, al que solo le faltan Argentina, Brasil y quizás Uruguay para ser una Copa del Mundo. No nos gusta, pero es cierto.
Molesta solo cuando se escucha exclusivamente con el corazón y no con la razón.
El técnico alemán, que de seguro no sabe que somos el país del “pura vida”, donde la verdad no peca pero incomoda, de seguro ni pensó en la susceptibilidad del tico, sino simplemente en el fuerte grupo que el azar le deparó, con Holanda, Portugal y Dinamarca como rivales. Ninguno es Costa Rica; tiene razón.
Urge la anestesia para las más 2.714 cirugías suspendidas por los conflictos en el sector médico. Para el posible aumento, justo en Navidad, en la tarifa de la luz (el ICE solicitó el 34 por ciento). Para el dolor, que ojalá sea cada vez menos, de los accidentes de tránsito en cada fin de año. No para el fútbol nacional.
Dos anotaciones de Wanchope en el juego inaugural de Alemania 2006, cuando Joachim Loew era asistente técnico en el banquillo germano, no alcanzan para pretender ser tratados como potencia del mundo. Entonces fuimos animadores, de un 4-2 que agradó al mundo, endulzó a más de un aficionado alemán y preocupó a otros tantos, dadas las fisuras mostradas frente a una selección de poco nombre, nos guste o no, así sin anestesia.
Quizás necesiten algún antiinflamatorio, una bolsa de hielo y terapia con impulsos eléctricos, algunos jugadores posclásico, aunque mejor sería si se dedican más al fútbol y menos a las patadas. Por ahí se empieza a crecer, en el campeonato local que nutre la selección nacional. Cuanto mejor ande el torneo, mejor se verá la “Sele”.
No basta con legionarios, claro está, más de uno sin mayor nivel que el futbolista de andar por casa. Y Joachim Loew, no tienen la culpa, ni siquiera Jorge Luis Pinto, urgido de un torneo más competitivo, de mejor ritmo. La Liga, Saprissa, Cartaginés y Herediano tienen de momento el reto de no defraudar a quienes llenarán las gradas como no lo han hecho en todo el año. Ojalá no pierdan energías, ni oportunidades, enfrascados en aruñazos.
Por ahí se inicia, en el Rosabal Cordero, el Morera Soto o el Saprissa. Se continua en el Estadio Nacional, donde la función debe continuar. Vinieron Argentina, Brasil y España. ¿Quién sigue? Son los grandes rivales los que obligan a ser menos pequeños.
Quizás nunca lleguemos a ser como Portugal, Holanda y Dinamarca, pero no es a punta de sensibilidades heridas que se sube el nivel. Si buscamos más progreso que halagos, los segundos vendrán por añadidura y nadie pensará en Costa Rica cuando quiera decir “no es tan fácil”.