La espera para cerca de un millón de persona acabó a las 6 p.m. cuando el alcalde de San José, Joh nny Araya dio el banderazo de salida para el desfile más esperado del año.
“San José vuelve a brillar con la luz del festival y al igual que ha ocurrido los últimos 16 años, la magia de la luz, la música y la alegría se apodera de nuestra capital”, dijo Araya, quien agregó que la actividad fue dedicada a los niños de Costa Rica.
Los artistas nacionales que este año recibieron el reconocimiento como mariscales, Rafa Fernández, Lola Fernández, “Felo” García, José Sancho, Néstor Zeledón, Crisanto Badilla e Isidro Con Wong, también hicieron su intervención previo al arranque.
Magia sobre ruedas
Tras un espectacular juego de pólvora la Banda Municipal de San José abrió paso para la primera carroza, la de Municipalidad de San José, cuyo tema se basó en la cultura china y aprovechó para iluminar con sus tonos dorados y sus míticos dragones los rostros de grandes y pequeños.
Luego llegó el turno de las banda de Palmares, a la cual siguió un mágico tren cargado de juegos infantiles, nada menos que el carro alegórico del Hospital Nacional de Niños, llamado “Construyendo Esperanza”.
Los villancicos pusieron su nota para calentar la fría noche en pleno Paseo Colón, cuando apareció la Banda de la Unión Guanacasteca, a la que le siguió la carroza de Coca Cola, que con su tema “La ilusión de la Navidad, destapando la felicidad” y un gigantesco trineo, trasladó a los asistentes hasta el Polo Norte con Santa y osos polares incluidos.
Una de las debutantes del año, fue la empresa de telefonía Claro, que se inspiró en un parque de las alegrías, donde niños, alerquines y mascotas enormes compartían en medio de las flamantes luces y coloridos vestuarios.
A esta le siguió una nave espacial cubierta de destellos. Se trataba de la carroza de la marca Tropical, en donde niños vestidos de astronautas gozaron soñando a ser conquistadores del Universo. Los protagonistas fueron los ganadores de la Olimpiada Nacional de Química.
Mientras, las alegóricas bandas y grupos de porrismo, servían de intermedio entre una carroza y otra, los asistentes mantenían la atención intacta y ni el frío de la noche ni las horas de cansancio hicieron mermar la emoción.
Por un momento, los asistentes se sintieron en pleno carnaval de Limón, cuando la carroza de la empresa Movistar apareció llena de calypso y sabor caribeño, trasladándonos hasta la zona atlántica de nuestro país.
La nacional Kölbi también tuvo su turno con un mezcal de tradiciones y folklor en donde incluyeron desde nuestras costumbres más autóctonas hasta las más modernas expresiones musicales.
El pelo de gato hizo intento de enfriar la noche, pero el público se mantuvo firme hasta ver desfilar los últimos carros alegóricos, así llegó el turno de la esperada carroza de Universal. El cierre estuvo a cargo de Peace Parade.
De todo
Lo bueno. Imperó el orden, la seguridad y aseo.
Lo malo. Mucha gente se quejó de las tarimas, que quitaron espacio y no estaban al alcance de todos.
Lo feo. El pasacalles empezó casi una hora tarde.