Nicoya. - Quizás hace ocho años usted pasó cerca de una casa vieja y olvidada sin sospechar que hoy, en ese mismo lugar, la imaginación volaría.
Así ocurre al ingresar a la Casa de Arte, ubicada en Curime de Nicoya, carretera a Nosara.
La casa irradia arte por todas partes y en diferentes tonalidades, texturas y tamaños.
La idea de este mágico lugar surgió debido a la pasión que tiene por el arte la artista suiza Helga Denoth, quien dice tener alma nicoyana.
Denoth explicó que en el momento en que vio la casa vieja pensó: “esta es”. A pesar de que la casa estaba muy deteriorada, tuvo la visión de hacer algo nuevo, bonito, cosa que es difícil de lograr en una casa nueva.
“En una casa vieja hay mas vida y es más interesante trabajar la mente, por lo que me imaginé el proyecto terminado”, señaló.
Transformación
En aproximadamente un año, Denoth le dio otra cara y transformó el viejo inmueble en lo que hoy es una: Casa de Arte.
Con solo entrar al jardín, usted encontrará un sendero de piedras que le guiará hacia una puerta muy llamativa. Es toda una obra de arte por su variedad de colores y diseños. Representa la forma en como cada persona elige su vida.
Durante el recorrido por el jardín es posible apreciar árboles decorados con lámparas hechas con materiales reciclables, así como una cerca construida con botellas viejas de vidrio y plástico que atrapan la luz del sol.
A su vez , en el corredor de la casa encontrará lo que era una reja para que no entren los ladrones. Denoth lo convirtió en un calendario navideño de 24 días, que representa paz, tranquilidad y todos los días en la noche enciende una vela más. “No todas las personas tienen la habilidad para ver y para fantasear”, concluyó.
