Róger Amoretty, corresponsal GN y Rodolfo Martín
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Limón.- Las autoridades, al parecer, tienen identificados a los sospechosos de asesinar anteayer a José Luis Vargas Hernández, de 23 años, custodio de la compañía VMA Transportes de Valores S.A., trascendió ayer en fuentes cercanas a la investigación.

El hecho ocurrió el lunes a las 3:35 p.m. en el almacén Maxibodega, situado frente a la entrada al barrio Limoncito, en el llamado cruce de la Coca Cola.

Vargas recibió un balazo en la cabeza cuando, con su compañero Christian Ramírez, salía del área de cajas con un dinero que debían llevar hasta el transporte que permanecía estacionado en el parqueo.

Los delincuentes le arrebataron el botín y huyeron rápido del lugar.

Al parecer fueron unos ¢22 millones en efectivo.

Los sospechosos, presuntamente, viven en esa barriada limonense y cuentan con récord judicial y policial, se informó.

Al cierre de esta edición, oficiales del OIJ de Limón mantenían detenidos a dos sujetos como parte de las averiguaciones.

Sin embargo, como el caso se maneja bajo un estricto hermetismo, no fue posible confirmar o descartar si se trata de las mismas personas.

La situación jurídica de ambos dependía –entre otras disposiciones– de unos reconocimientos y varios allanamientos por efectuarse.

Quería llegar al OIJ

Vargas, vecino del barrio La Placa, de 28 millas de Matina, tuvo un efímero paso por la Fuerza Pública, trabajo que cambió al de custodio porque le significaba un mejor salario.

Así lo recordó ayer su padre Joaquín Vargas.

Sin embargo, su anhelo era llegar algún día a convertirse en agente del OIJ.

Al morir deja una niña próxima a cumplir un año, recordó ayer su compañera sentimental Nelsy Yorleni Gómez.

“Teníamos muchos planes. Entre ellos casarnos”, dijo la joven muy consternada.

La última vez que compartieron fue el lunes a las 5:20 a.m. cuando desayunaron juntos.

Ramírez, el otro custodio, resultó herido en la cabeza cuando los sospechosos lo golpearon con la cacha de un revólver.

“Al darse la situación, lo primero en que pensé fue en mi familia. Estoy vivo gracias a Dios”, recordó al salir de la delegación del OIJ tras ser entrevistado por los oficiales.

* Colaboró Alejandro Nedrick.

La víctima

José L. Vargas

Edad: 23 años

Días sin verlo

Joaquín Vargas, papá.

La última vez que lo vi fue antes del sorteo del ‘gordo’ de Navidad. Nos vimos y hablamos muy poquito”.

Geovanny Obando, pastor.

Lo conocía desde que era un niño. Lo recordaré como un muchacho servicial, trabajador. Iba a alquilar un casita”.

Nelsy Gómez, viuda.

Él quería salir del trabajo porque era muy arriesgado. La empresa asumió todos los gastos”.