Hugo Solano
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Coronado.- A Pedro Artavia Ortiz, agricultor de 53 años, lo tenía entusiasmado el hecho de que este lunes empezaba un nuevo trabajo en una finca de helechos en Coronado. Sin embargo, la muerte le impidió cumplir su nueva jornada.

Extrañada porque el hombre no llegó a almorzar, su esposa le avisó a sus familiares, que al constatar su desaparición comenzaron a buscarlo desde la tarde.

A las 9 p.m. la Cruz Roja de Coronado recibió la alerta y se confirmó que se trataba de Artavia y ya no presentaba signos vitales.

El agricultor salió de su casa temprano a trabajar en una finca de helechos y, según su cuñada, Mireya Núñez, días atrás se había quejado de unos dolores en la cabeza y el estómago, pero no quiso ir al médico.

Ayer en su casa ubicada en barrio La Colmena de Coronado, Núñez narró que Artavia se sintió mal en el trabajo y al volver por algún medicamento a la casa, cayó a una quebrada cercana, donde apareció sin vida.

Su esposa le había dicho que no fuera a trabajar, porque él se sentía indispuesto, pero insistió y ese día sobrevino la fatalidad.

“Siempre había trabajado en fincas y lecherías. La última vez que lo vi fue el 25 de diciembre en Patio de Agua, en una reunión familiar”, dijo Núñez.

Recordó que era un hombre muy alegre, le gustaba bailar, cantar en karaokes y sembrar. Era el mayor de cinco hermanos, seguidor de Saprissa y estaba muy triste con la eliminación del equipo.

Es el segundo ahogado en ríos de ese cantón josefino, ya que el domingo pasado vecinos de urbanización La Contemporánea en San Antonio, hallaron el cuerpo de un hombre que aún permanece en la morgue judicial sin ser identificado.

Caída mortal

William Muñoz, cruzrojista.

Encontramos al masculino boca abajo a la orilla del río. Ahí mismo lo declaramos fallecido, no presenta golpes”.

Mireya Núñez Solano, cuñada.

Era el humor de las fiestas, no tenía enemigos y trabajó en ordeños, construcción y viveros en varias fincas de Coronado”.