Paraíso. - El beato Juan Pablo II tiene desde la noche del sábado un sitio especial en el santuario de la Virgen de Ujarrás–primera patrona de Costa Rica – en la iglesia de Paraíso , ahí se exhibe un relicario con su sangre.
En el altar mayor de la iglesia se colocó una foto gigantesca del llamado Papa Viajero, que desde antenoche se ve abarrotado por centenares de fieles.
Una misa solemne oficiada por el obispo de Cartago, Francisco Ulloa antecedió esa imposición, seguida de un desfile ante el camarín que resguarda el relicario.
Frente al recuerdo bendito, muchos vivieron verdaderos momentos de alegría y júbilo, cuando tocaban o rozaban el vidrio.
Carlos Machado, vecino de Cartago y quien llegó en silla de ruedas, lloró al ver de cerca aquella muestra de sangre, extraída al Papa un día antes de morir.
Similar reacción tuvo el adulto mayor Santiago Solís y vecino de Quepos, quien ayudado por su familia alzó los brazos ante el altarcito y lloró.
Durante la homilía, Ulloa recordó que cuando el papa Juan Pablo II los recibía de forma individual o en grupo recordaba a Costa Rica como los del “País de Paz”. Instó a los fieles a tener siempre presente su aleccionante frase: “No tengáis miedo... abrid las puertas a Cristo”.
Monseñor Derek Ras, quien medió ante el cardenal Stanislao, arzobispo de Cracovia para que se le otorgara a Costa Rica el relicario dijo que regresa con gran satisfacción en el corazón, al observar a los niños tan emocionados.