Indigentes sostienen que “no es uno de los nuestros”

Nicolás Aguilar R.

naguilar@nacion.com

Limón. - Para las autoridades destacadas en el cantón central de Limón ya no hay dudas.

Hay un asesino en serie suelto, sus ataques empezaron a mediados de enero anterior y ya suma cuatro víctimas, todas mujeres deambulantes y adictas al crack.

Su rastro de muerte reapareció la noche del 10 de junio pasado cuando mató, en el cementerio de Limón, a unos tres metros de la calle principal, a Melisa Marlene Morales Palma, de 30 años.

La mujer, conocida como Gemela, presentaba señales de asfixia (estrangulamiento) y, al igual que otras tres víctimas, aparentes señales de violación, lo que constituiría “la firma” o “la marca” del escurridizo asesino serial.

Su cadáver apareció a solo unos 200 metros de un lote baldío, en el cruce a Cieneguita, donde fueron asesinadas, también por estrangulamiento, Xiomara Antonia Muñoz y Aurea Madrigal Morales, ambas adictas, de acuerdo con informes confirmados por la Fiscalía y el OIJ.

Además, el cadáver de Morales yacía a unos 600 metros del sector de la playa, en Cieneguita, donde ultimaron a otra indigente (el 2 de febrero), y consumidora empedernida de crack: la nicaragüense Mirey Wilson Archival.

Sector de la muerte

El asesino serial viene atacando en un área de unos 1.000 metros y, lo que también llama la atención de la Policía, sus víctimas han sido en todos los casos mujeres delgadas y maltrechas debido al excesivo consumo de crack.

Las circunstancias en las que se registraron los cuatro homicidios son similares, según reveló por primera vez el fiscal, Alexánder Mora, el jueves anterior al ser consultado por Al Día

Añadió que tras asumir funciones hace dos meses y ante la gravedad de los casos decidió conformar un grupo interdisciplinario para intensificar las pesquisas. Aunque no dijo de cuántas personas se trata, aseguró que hay psicólogos, criminólogos y varios agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Se trata del primer grupo que se crea para intentar dar con un homicida serial que, temen las autoridades, atacará de nuevo en cualquier momento. Mora reconoció que aun no cuentan con pistas de importancia.

“Falta el análisis pormenorizado de cada caso para sustentar la hipótesis y en eso estamos trabajando ahora mismo”, afirmó.

Seguirá matando

Al respecto, el criminólogo y exagente del OIJ, Gerardo Castaing, advirtió que el homicida “seguirá matando hasta que lo detengan, se muera o lo maten. Su rastro se puede ver a partir del tercer homicidio. Empieza matando cerca del lugar donde vive o se desenvuelve y después irá ampliando su radio de acción”, recordó.

Hasta febrero había matado en un área de 800 metros, pero con su cuarta víctima se extendió a los 1.000 metros, esta vez dentro del cementerio de Limón, donde acuden muchos adictos al crack. “Siempre dejará una huella, su marca para que vean que fue él quien mató”, añadió Castaing.