El estar expuestos a las enfermedades, la muerte de un compañero, el susto de ver a sus amigos semienterrados por una avalancha, el frío intensísimo, la falta de aire y el peligro de perder alguno de sus miembros por las bajas temperaturas, son apenas algunos de los peligros que deben sortear los aventureros como Gineth Soto, que desean llegar a la cima del Monte Everest (8.850 m).
El primer paso es quizás el más sencillo para los escaladores experimentados, como lo es llegar al campamento base (5.545 m), de donde comienzan las expediciones para alcanzar la cima, por el collado sur, la misma que utilizó el neozolandés Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay, en el primer ascenso el 29 de mayo de 1953.
De allí en adelante todo es más complicado al tener los escaladores que poner cuerdas y escaleras en la Cascada de Hielo del Glaciar Khumbu, sortear grietas y bloques de hielo inestables que hacen de la “Cascada de hielo” (6.500 m) uno de los tramos más peligrosos en la ruta.
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