Oakland/AP.- La hora del anticipado apocalipsis llegó, pero pasó tranquilamente: Quienes creyeron que el fin del mundo era el sábado por la noche quedaron confundidos, simplemente pensativos o incluso más convencidos.
Los que creían en él estuvieron advirtiendo durante meses sobre el cataclismo que supuestamente vendría. Algunos regalaron sus pertenencias materiales. Otros emprendieron viajes largos para estar con sus seres queridos. Hubo algunos que sacaron todo el dinero que tenían en el banco.
Muchos engañados
Todos ellos hicieron caso al mensaje de Harold Camping de que el fin del mundo ocurriría el 21 de mayo. Camping, de 89 años, es un ingeniero civil jubilado que construyó un imperio multimillonario de medios cristianos que difundieron su predicción apocalíptica masivamente. “Yo tenía cierto escepticismo y quería superarlo porque creo en Dios, dijo Keith Bauer, quien tomó su camioneta y se llevó a su familia 5 mil kilómetros hasta California para esperar el fin del mundo.