Nueva Cinchona devolvió la espenza a 91 familias que perdieron sus casas producto del terremoto de 6,2 grados que sacudió al país el 8 de enero de 2009.
El nuevo pueblo (ahora está en Cariblanco, Alajuela) fue inaugurado ayer por Laura Chinchilla, presidenta de la Répública y otros funcionarios de Gobierno.
Las casas fueron construidas mediante la unidad ejecutora de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y las donaciones de miles de costarricenses.
Mario Rivera, gerente del Banco de Costa Rica (encargado del del fideicomiso) indicó que se administraron ¢2.100 millones con los que edificaron las casas.
Según Rivera, aun quedan disponibles ¢500 millones para edificar la sede de la Cruz Roja, la Fuerza Pública y el centro de salud.
Elisa Cambronero, una de las beneficiarias, reconoce que Nueva Cinchona es volver a empezar.
Ella se trasladó a Cariblanco después de vivir 35 años en los terrenos que colapsaron con el terremoto. Allá trabajaba con una empresa de turismo; ahora solo tiene los recursos que percibe por cuidar una menor de edad.
La presidenta de la CNE, Vanessa Rosales, explicó que se cumplió una etapa del proceso de reubicación y reconstrucción, desarrollado bajo un novedoso modelo integral.
Según Rosales, las viviendas fueron construidas respetando la ley 7600, lo que permite a los habitantes contar con un inmueble para todo tipo de persona; niños, adultos, personas con necesidades especiales y adultos mayores.
Rosales indicó que los propietarios participaron de principio a fin en la escogencia del actual terreno y participaron en el anteproyecto de la urbanización, donado por el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos.
La jerarca agregó que el proyecto se realizó bajo tres premisas: la obra de infraestructura, la restauración del tejido social y el fortalecimiento de los conocimientos que permitirán desarrollar actividades productivas.
También se incorporaron elementos comunes del desarrollo futuro como escuela, Centro de Salud, sede policial, áreas comerciales y zonas recreativas.
