Sábado 8 de octubre de 2011, Costa Rica

Boda entre la Duquesa de Alba y Alfonso Díez

Saca roncha

Neyssa Calvo Achoy

ncalvo@aldia.co.cr

“¿Qué estará pasando por la cabeza de Alfonso Diez ahora mismo? Seguro dirá: ¡Oh Dios mío, qué he hecho!” es uno de los comentarios que circulan en las redes sociales tras su boda con la Duquesa de Alba.

Y es que sin duda, la ceremonia seguirá siendo noticia en los siguientes días. Ayer los paparazzi continuaban esperando tomar la foto del día después de la boda y los twitteros hacían gala de su ingenio para hacer chistes.

A lo mejor entre los calificativos hacia la duquesa el que más circula es llamarla “la momia” y el hacer evidente la diferencia de edad con su pareja.

También circulan los mensajes de quienes hasta los invitan a pasar su luna de miel en el lugar donde viven o felicitan a la excéntrica y riquisíma duquesa por cumplir su sueño.

El sexólogo Mauro Fernández comentó que la noticia genera malicia, pero ella demuestra que a la tercera edad hay necesidades emocionales y sexuales que se deben satisfacer.

Los ticos tampoco se escapan de dar su opinión ante la noticia.

“Creo que él debe sentir un cariño especial por ella, pues no en valde tienen ya tres años juntos. Sin embargo, veo difícil que exista entre ellos un amor verdadero”, destacó la presentadora de televisión Natalia Álvarez.

La periodista Nubia Víquez está convencida de una pareja pese a las diferencia de edades puede ser un complemento.

“Es un caso particular porque además hay entre ellos fama y dinero y se podría pensar que es por conveniencia”, añadió.

Precisamente, ese es el mismo sentir de quienes saben de la gran fortuna que alberga la aristócrata con más títulos del mundo, según el libro de los Records Guinness.

Se estima que su patrimonio oscila entre $850 millones y $5 mil millones.

“No veo mal el que se haya casado con un hombre menor, pero teniendo tanto dinero le critico que no se haya buscado a uno mucho más joven”, dijo bromeando la exministra de Salud, María Luisa Ávila.

Sea cual fuera el motivo lo cierto es que la boda fue fría, pues los tortolitos pese a sonreír no se dieron el esperado beso de esposos.