Matina, Limón.- La biblioteca pública es el orgullo de Matina (además de ser la única que funciona en este cantón) y también una especie de caja chica para los delincuentes.
Ha sido saqueada en varias ocasiones y recientemente se robaron gran parte de la verja y los tubos de cobre del aire acondicionado.
El calor en el local es ahora más que insoportable. “Se roban hasta los bombillos. La gente sabe quienes roban, pera muchos no denuncian ni dicen nada porque tienen miedo”, dice Andrea Rogers, encargada de la biblioteca. Los ladrones, en su mayoría adolescentes, según la Policía, también han robado en el liceo local, el Cen-Cinai, así como en tiendas, carnicerías, licoreras y muchas casas.
“Muchos no denuncian pues deben viajar hasta Limón y pierden un día de trabajo”, afirma Naú Chaves, jefe policial.
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