Cartagena, Colombia, AP, AFP y EFE.- La visita del presidente Barack Obama a Colombia para participar en la Cumbre de las Américas fue empañada por un bochornoso escándalo que involucra a prostitutas y a agentes del Servicio Secreto que lo protegen.
El Servicio Secreto envió de regreso a EE. UU. a 11 de sus agentes por la mala conducta que ocurrió en su hotel antes de que Obama llegara a Colombia el viernes.
Según un relato de fuentes oficiales, citadas por el diario Washington Post, el incidente comenzó durante una noche de fiesta en el hotel Caribe el miércoles, cuando uno de los agentes mantuvo relaciones sexuales con una mujer. Se desconoce si el sospechoso sabía que ella era una prostituta.
Cuando el agente se negó a pagarle, la mujer se enzarzó en una discusión con él y llamó a continuación a la policía colombiana, que avisó a su vez a la Embajada estadounidense en Bogotá.
El escándalo se agravó la tarde del sábado, cuando el Comando Sur de EE. UU. informó que cinco militares que se encontraban en el mismo hotel que los agentes de seguridad, con el fin de apoyar su labor, están siendo investigados a su vez por posible “conducta inapropiada”, tras violar el toque de queda al que estaban sujetos.
Contra las drogas
31 jefes de Estado y de Gobierno respondieron a la convocatoria para debatir en la Cumbre sobre integración y cooperación para la prosperidad, pero el acuciante drama de la guerra contra las drogas con sus decenas de miles de muertos en América Latina y el Caribe y la anacrónica marginación de Cuba, concentraron la atención del foro.
Obama anunció en la primera sesión plenaria de la Cumbre, que aumentará la cooperación y destinará más de $130 millones este año a la seguridad en Centroamérica. “En toda la región, los gobiernos y las fuerzas de seguridad han demostrado un coraje extraordinario en contra de los narcotraficantes y las pandillas”, destacó el presidente.
Es una lucha muy difícil, sostuvo Obama, que volvió a señalar que la despenalización de las drogas, como plantea principalmente Guatemala, no es la salida.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reclamó por su parte a Obama , relaciones de igual a igual con el resto de países.
“En América Latina hay un espacio inmenso para una relación de socios, pero socios entre iguales, entre el país más desarrollado de la región, que es Estados Unidos, y los países latinoamericanos”, acotó Rousseff.