Nacionales
Domingo 26 de agosto de 2012, Costa Rica

Kendall Cayasso Dixon, representante del proyecto Townbook

“Deseo un mejor Limón para las futuras generaciones”

Jéssica Salazar

jessica.salazar@nacion.com

En la celebración del Día del Afrodescendiente, Kendall Cayasso Dixon, vecino de Corales Dos, tiene claro el rumbo de su vida: rescatar el legado cultural por medio del proyecto Townbook, grupo dedicado a recuperar tradiciones y costumbres afrodescendientes.

Raíces

- ¿Que significado tiene para usted el 31 de agosto, Día de la Cultura Afrodescendiente?

En un país que se profesa sin racismo, es muy bueno delimitar un día para reconocer el aporte que le han dado los afrocostarricenses a la nación. Es una festividad que me llena de mucho orgullo.

- ¿Cuáles son las principales costumbres y tradiciones que caracterizan a la cultura afrodescendiente?

Los valores que nos identifican a todos los afrodescencientes que vivimos en esta parte de Costa Rica son el amor, el respeto a los mayores, la disciplina, el trabajo arduo, la organización y el trabajo en equipo. Eso nos identifica a todos los afrodescendientes y a los afrolimonenses.

- ¿Cuáles costumbres se han perdido y por qué?

Varias tradiciones se han perdido. Hace un tiempo estuvimos apoyando una iniciativa del UNIA (Universal Negro Improvement Association), el garden party o fiesta de patio, que se hacía en los patios de las casas donde se llevaba a los niños y a las familias en general. Se hacían juegos y ventas de comida. Otra es la gastronomía. Hay mucha de la herencia culinaria que hoy día se ha perdido, Townbook está trabajando en varios proyectos para rescatar ese legado.

- ¿Qué es el movimiento Townbook?

Es una iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en la parte de tecnologías, comunicación y educación, y nace para empoderar a los jóvenes afrodescendientes mediante tecnologías de información y comunicación para el rescate de esos valores y cultura que nos representa como afrocostarricenses.

- ¿Cómo el movimiento ayudará en ese rescate?

Nuestro slogan lo dice, para saber a dónde vamos, debemos saber de dónde venimos. Por medio de las redes sociales damos a conocer nuestras raíces y costumbres, realidades como la pérdida de nuestra cultura y la necesidad de rescatarla. Trabajamos a mediano y largo plazo en construir un instituto de enseñanza de tecnologías de información y comunicación para combatir la deserción escolar y el desempleo. Para enseñarle a los jóvenes que tienen demasiado talento en Limón.

- ¿Podría ser el rescate de la cultura afrodescendiente una vía para recuperar Limón de la delincuencia?

Estamos casados con esas ideas. Cuando yo estaba creciendo mi mamá, Marva Dixon, una de mis mentoras, me andaba jalando para todo lado. Yo estaba en la escuela de música, fútbol, danza, baile y actividades culturales, mi mente estaba volando. No tenía tiempo para pensar en cosas malas, solo en las cosas buenas. Pienso que si se mantiene la mente de los jóvenes ocupada en tanta era tecnológica y en cosas positivas, no habría espacio para la delincuencia.

- ¿Cree que falta compromiso de la población?

Hay gente que trabaja en ese sentido, pero se podrían hacer mejores cosas. Ahorita el municipio está fomentando y rescatando espacio para la cultura, pero esto es un trabajo que nos compete a todos los que vivimos en Limón. Hay que unir esfuerzos para que la carga sea más fácil y no hacer esfuerzos por separado.

- ¿Cuál es su principal preocupación con respecto a la juventud afrodescendiente?

Vamos a fortalecer la fe de los que ya creen, para que sea madura. Hay muchos que están en la Iglesia, pero no son Iglesia. Son seguidores, pero con una actitud superficial. Necesitamos creyentes que se adhieran con toda su persona a lo que creen.