Aunque la desnutrición parecía ser una enfermedad del pasado, lo cierto es que se trata de una condición muy común entre la población adulta mayor.
El Hospital Nacional de Geriratría y Gerontología recibe cada año a alrededor de 1.000 adultos mayores con desnutrición, lo que representa el cinco por ciento del total de consultas (unas 24 mil).
Milena Bolaños, jefa de consulta externa de ese centro médico, afirmó que aunque la cifra no es muy alta, es mayor a los casos de obesidad. Lo preocupante es que los pacientes presentan estados severos de ese mal, afirmó.
“Esto aumenta en mucho el riesgo de mortalidad porque se vuelven más sensibles a infecciones y responden muy mal a eventos agudos”, aseveró Bolaños.
La desnutrición en ese grupo se origina como consecuencia de otras enfermedades, pero sobre todo por la limitación económica para tener una dieta saludable.
Bolaños insistió en que no es normal que un adulto mayor pierda peso, más aún de manera acelerada, ni que pierda el apetito.