Ayer, diez sindicatos recibieron una carta de la presidenta Laura Chinchilla en la que acepta reunirse con ellos en Zapote, el lunes a las 2 p.m.
Así atenderá la solicitud que le plantearon los trabajadores tras la marcha del miércoles.
Luego del anuncio, los sindicalistas se reunieron en el auditorio de la Asociación Nacional de Educadores para definir la agenda.
Albino Vargas dijo que pese a la negativa del gobierno para hablar de salarios, se insistirá en el respeto a la Comisión Negociadora para evitar más aumentos vía decreto. “El gobierno trató con desdén la manifestación y trató de enfrentar a empleados públicos y privados”, añadió Vargas.
Fabio Chaves, sindicalista del ICE, dijo que la presidenta no pudo ignorar la marcha de miles de trabajadores que, según dijo, revitalizó al movimiento.
“Es un paso positivo que ella quiera escucharnos. Sabe que hay indignación de una parte importante de costarricenses respecto a las políticas del gobierno”. Acotó que serán contundentes en que se discuta la situación del problema fiscal para que no recaigan más impuestos sobre la clase trabajadora.