Nacionales
Jueves 1 de marzo de 2012, Costa Rica

En promedio, nacen 167 niños un 29 de febrero

“Mi jefa también nació en un año bisiesto”

Hugo Solano

hsolano@aldia.co.cr

Ariela Sofía Ramírez Víquez nació ayer a las 3:34 a.m. en el hospital México. Estaba para nacer el 23 de febrero, pero su llegada al mundo se retrasó y se sumó así a los nacidos en un año bisiesto.

En la cama 26-02 del segundo piso, su madre, Alejandra Víquez, de 29 años la llenaba de besos. “Ahora tenemos que escoger fecha para celebrarle su cumpleaños”, dijo.

Como madre primeriza, esta vecina de Santo Domingo de Heredia, dijo que ya sueña con ponerla en clases ballet y que todos sus anhelos se le cumplan.

Sobre la fecha, señaló que al principio a ella y a su esposo Dennis, no les gustaba la idea, pero luego comprendieron que se trata solo de algo diferente.

La única persona que Alejandra conocía y que cumple años un 29 de febrero es su jefa. “Ella estaba muy emocionada y me decía que ojalá naciera en esa fecha” comentó.

La joven es contadora en la agencia de viajes Sunny Land Tours y su esposo es asistente financiero en Pastas Vigui.

Al igual que Sofía, cada bisiesto, en los últimos 50 años, nacen en promedio 167 niños.

En 1952 nacieron 111 y en el 2008, fueron 170 los que vieron la luz, según el registro del Tribunal Supremo de Elecciones.

Los bisiestos de 1988 y del 2000 tuvieron el pico de las últimas cinco décadas con 212 nacimientos, cada uno. Desde 1952 a la fecha han ocurrido 16 años bisiestos.

De acuerdo con el astrónomo Erick Sánchez, del planetario de la Universidad de Costa Rica, desde el punto de vista científico el año bisiesto busca el igualar el año civil con el año terrestre.

Se aplica desde el siglo XVI, cuando se instauró el calendario gregoriano.

Se le aplican ajustes

La Tierra tarda 365 días con cinco horas y 46 minutos en dar una vuelta alrededor del sol.

Como el calendario es de 365 días, cada cuatro años se agrega un día al mes más pequeño.

Según Sánchez, además de ese día hay unos minutos que se van acumulando y cada 100 años se hacen microajustes, de manera que un año que debería ser bisiesto deja de serlo para compensar.

Recordó que cada civilización ha hecho su calendario con los respectivos ajustes. El maya, el hebreo y el chino también contemplaron esos residuos.

Astronómicamente se trata solo de un año con un día más de longitud, explicó.

Colaboró: Jéssica Salazar, GN.