Barva, Heredia.- María Eugenia ´Pérez Sánchez, de 58 años, perdió todas sus pertenencias en un incendio, la noche del sábado pasado, pero ayer se veía serena.
Otros 54 damnificados, entre ellos 21 menores, también pasaban el día en un salón contiguo a una cancha de futbol 5, y casi todos parecían tranquilos.
A solo 600 metros, en calle Chile de Perro, una veintena de lugareños se abrían paso con picos y palas entre los escombros de lo que fueron 12 casas y unas cuarterías, arrasadas por una deflagración causada por un cortocircuito y que estuvo a punto de afectar más inmuebles.
Otros voluntarios, entre ellos trabajadores de la Municipalidad local y miembros del Club de Leones, recogían alimentos, ropa y otros artículos. “Yo nunca me hubiera imaginado algo así. Hay mucha gente ayudándonos, el pueblo de Barva es increíble y no tengo como pagarles”, manifestó, un emocionado, Eladio Barrantes Chavarría, de 76 años.
Sentimiento similar abrigaban ´Patricia Segura Montero y Xiomara Sandoval, amas de casa, quienes también quedaron, según dijeron, “en la pura calle”.
“Esta ropa que ando es regalada, no tenemos nada, todo se nos quemó”, afirmó Sandoval. “Nos dicen que podemos alquilar una casita por ahí, que los del IMAS pagan, pero la torta es que no tenemos ollas, cocina, muebles, camas, ni una cuchara...”
A su lado, Segura, madre de dos niñas de corta edad, también agradecía lo recibido hasta ayer, pero teme que “todo pase, la gente se vaya y después se olviden de nosotros y nos dejen botados”.
Tacha, persecución y arresto en Moravia
Lancha estuvo un mes a la deriva
