Sídney, Australia/ EFE.- El dingo o perro salvaje australiano fue responsable de la desaparición hace unos 3.000 años del tigre de Tasmania (Thylacine cynocephalus) del territorio continental de Australia, según una nueva teoría divulgada hoy.
La investigación publicada en la revista científica PLoS One señala que este animal salvaje también es en parte responsable de la desaparición de los demonios de Tasmania (Sarcophilus harrisii) de la Australia continental.
Los Thylacines desaparecieron unos 500 años después de la llegada de los dingos (Canis lupus dingo) a Australia, aunque sobrevivieron en la sureña isla de Tasmania hasta su total extinción en 1936.
La comunidad científica australiana ha debatido durante muchos años las causas de la desaparición de los Thylacines de la Australia continental.
Hasta ahora se creía que el marsupial carnívoro era más grande que el dingo, por lo que se descartaba la posibilidad de confrontaciones directas entre ambos.
Pero Mike Letnic, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, y sus colegas de la Universidad de Sídney compararon el tamaño de los fósiles de ambas bestias que habitaron el interior del país oceánico en el Holoceno y descubrieron que el perro salvaje era más grande que el marsupial.
Las mediciones de los fósiles arrojaron que los Thylacines más pequeños eran hasta un 28,2 por ciento más pequeños que los dingos de menor tamaño, de acuerdo al estudio, informó hoy la emisora local ABC.
Incluso las hembras de los marsupiales tenían el tamaño de un zorro y si los machos de los Thylacines tenían el mismo tamaño, los dingos los superaban en peso hasta en un 54 por ciento más.
Además el tamaño del cerebro del marsupial extinto era más pequeño que el del dingo.
Las desventajas eran mayores porque el dingo suele cazar en manada mientras que los Thylacines eran “ animales solitarios o paraban en pareja ” y en las confrontaciones salía perdiendo, agregó el científico australiano.
En Tasmania, los Thylacines tenían un mayor tamaño que sus parientes del territorio continental australiano, lo que se explica por la tendencia hacia el gigantismo en las poblaciones insulares o por la regla de Bergmann que indica que el tamaño de los animales aumenta a medida que se alejan de la línea ecuatorial, acotó Letnic.
Aun así, Letnic dijo que la investigación no excluye la posibilidad de que los seres humanos hayan participado en la extinción de los tigres de Tasmania.
“ Es posible que la interacción de los dingos y la intensificación de la economía humana hayan contribuido a la desaparición del Thylacine ” , concluyó el estudio citado por la ABC.