Franklin Arroyo González
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La vida cambió para la pequeña Wendy Guerrero.

Los ticos y, principalmente sus vecinos, aprendieron a ver diferente al “angelito” que no tiene nariz, tampoco ojos ni pómulos.

Actualmente, es la vicepresidenta del gobierno estudiantil del Centro de Enseñanza Especial de Liberia (Adelita Muñoz).

La pequeña adquirió notoriedad el año pasado en la primera edición del “reality show” de Canal 7, “Bailando por un sueño”, cuya segunda temporada comenzará el 9 de agosto.

Ella ha crecido desde entonces, se muestra más receptiva y está empezando a manipular un bastón, para que en el futuro sea más independiente.

En su casa nueva, en el residencial Felipe Pérez de Liberia, la madre Evelyn Mora confiesa que todo ha sido más fácil desde el concurso.

“Lo mejor que le ha pasado es la aceptación que ha recibido. Antes los niños, en su misma inocencia, la veían como algo extraño. Ahora no.

La ven normal, se le acercan, le hablan. Ya tiene amiguitos y algunos han ido a la casa”, contó Mora.

De la operación, la madre aseguró que aún tiene tiempo para pensar, pues los médicos le han manifestado que es riesgosa.

“Por supuesto que me gustaría verla con su naricita y con lentes, sería muy importante”, expresó Evelyn Mora.

Cambio radical de vida

Estefanía Hernández ya no pasa horas esperando a que su hermano salga del colegio para llevarla a la casa, luego de la jornada diaria en la escuela local.

Tampoco debe trasladarse --muchas veces lo hizo a pie-- desde su antigua casa hasta la escuela Bajos de Toro Amarillo, en Valverde Vega, a unos 3 kilómetros.

La organización del programa consiguió una casa para Estefanía, a escasos 75 metros del centro educativo.

También cuenta con la prótesis que requería, aunque confiesa que la tuvo que dejar de utilizar un tiempo por fuertes dolores.

“Me salió como una pelotica en el muñón y no podía usarla porque me dolía”, narró Hernández.

Pero lo más importante para ella es seguir estudiando. “En la escuela me sigue yendo bien. La vida me cambió totalmente porque no tengo que ir tan largo, como antes”, dijo.

En su nueva casa, que fue remodelada, Estefanía no teme regresar a Nicaragua, de donde es originaria, como su padre se lo dijo alguna vez.

“Por dicha mi papá se convenció de que nos quedáramos aquí. Estoy muy feliz por eso”, contó.

Kessell esperará hasta los 18

Kessell esperará pacientemente hasta cumplir 18 años para someterse a la operación que le regalará una sonrisa esplendorosa.

Se trata del sueño ganador del concurso, hecho realidad por la madre de Kessell, Hazel Linares.

La niña debe utilizar un aparato especial, ocho horas al día, que le abre las encías traseras.

“No la mando a la escuela con el aparato para evitar la incomodidad. Generalmente, lo usa en la noche”.

“En siete años (cuando tenga 18), la voy a presentar a todos para que vean que el concurso valió la pena”, explicó la madre.

A Kessell se le paga un tratamiento que cuesta ¢800 mil por mes, una cantidad imposible de sufragar para la familia. “De eso se hacer cargo el canal”, aseguró Hazel.

De momento, la vida parece ser más fácil para la pequeña, pues ya no es objeto de burla de otros niños.

“Estamos agradecidos con la gente de Limón porque todos están siempre pendientes de lo que hay que hacerle, de la operación”.

Linares comenta que Mauricio Hoffmann, con quien hizo pareja en el concurso, pregunta siempre por Kessell.

El único sueño inconcluso

El sueño de Ana Gabriela Segura ha sido el único, de la primera edición de “Bailando por un sueño”, que no se ha podido completar.

“No sé las razones. No pienso que no se ha cumplido, sino que no se ha concretado”, manifestó.

Segura dijo que ella misma vio los planos de la obra que se desarrollaría en el Centro Especial de Enseñanza de Liberia, el mismo donde asiste Wendy .

Pretendía la construcción de un centro terapéutico multisensorial, con una piscina terapéutica incluida.

Ella es docente y renunció para participar en el concurso, pero no pudo recuperar su plaza en el MEP. Abrirá una academia de clases de baile para niños con síndrome de down.

El local estará ubicado en Desamparados y ya dispone de la dirección electrónica gabi-segura@hotmail.com