Domingo 13 de julio de 2008, San José, Costa Rica
Nacionales | Así es la vida
Una historia de buenos y malos cangrejos

Mauricio Astorga
Actor

México D.F. Anoche soñé que caminaba por la playa, quizá porque es una de las cosas que más extraño de nuestra amada Tiquicia.

En el sueño, me encontré con un pescador rodeado de baldes.

-“¿Qué tienen esos baldes?”, le pregunté. Levantando la tapa de uno de ellos, me mostró su contenido.

-“Son cangrejos”, respondió.

-“¿Y por qué tienen tapa?”, le repliqué.

El pescador me explicó: “Mire, esos son cangrejos alemanes. Cuando están metidos ahí se ponen de acuerdo y comienzan a subirse unos sobre otros, hasta que alguno logra llegar al borde. Entonces, estira sus tenazas y le ayuda a salir al que lo seguía; y así sucesivamente. Por eso tengo que taparlo para que no escapen. En aquel tengo cangrejos gringos, en el otro colombianos, en el de más allá chinos…”

-“¿Y por qué aquel es el único que no tiene tapa?”, interrumpí bastante intrigado.

“Porque los de allí, cuando ven que alguno de ellos está a punto de alcanzar el borde y salir, lo jalan hacia abajo para que siga en el fondo junto con ellos. Son cangrejos ticos y no necesitan tapa”.

Desperté y me puse a pensar en los ticos solidarios que luchan contra la “dinámica del balde”. Desgraciadamente, no pude dejar de reconocer que hay gente como la del balde sin tapa.

¿Conoce usted alguno?

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