Carlos Láscarez S.
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La Uruca - El piloto mexicano Héctor Luis Sosa López, de 21 años, efectuó ayer un aterrizaje de emergencia en medio de la autopista de circunvalación, luego de que se le apagó el único motor de la avioneta Cessna 172 matrícula TI- ANB que volaba.

El insólito hecho se registró a las 11:53 a.m. en el tramo comprendido entre el Monumento al Agua (autopista General Cañas) y la Burger King en La Uruca.

Producto de la maniobra, Sosa sólo golpeó levemente el techo del vehículo Nissan Platina del ingeniero Jonathan Blanco Rodríguez, quien iba hacia Tibás.

“Venía de Alajuela y en eso escuché un fuerte golpe en el techo. Frené y vi la avioneta de frente a unos cuantos metros. Es increíble la forma en que logró maniobrar”, comentó Blanco.

Un aspecto que favoreció al piloto, fue que a esa hora sólo pasó por el sitio el automóvil de Blanco, cuando lo normal es que por allí se desplacen muchos carros.

De acuerdo con María Zeneida Marín, gerente general del Instituto Aeronáutico Centroamericano (IACA), Sosa había salido del aeropuerto Tobías Bolaños y llevaba 20 minutos en el aire, ya que efectuaba un circuito (sobrevuelos) que tenía como fin sumar horas de vuelo.

Confirmó que el mexicano es un piloto comercial y privado.

“El avión es apto para efectuar este tipo de maniobras, pues permite poder planear y aterrizar en carreteras como sucedió hoy. Él hizo una gran proeza y Dios lo protegió en todo momento”, dijo.

El paramédico Paulo Monge, confirmó que ni el piloto ni el conductor resultaron heridos.

Rafael Jaime López, amigo de Sosa, aseguró que éste cuenta con experiencia y que en julio va ingresar a trabajar para la compañía Mexicana. Hace tres años se graduó como piloto.

De manera breve, el mexicano aseguró que estaba bien y que se le apagó el motor, por lo que sólo pensó en una buena maniobra.

Ante la emergencia, el tránsito cerró tres carriles, por lo que se registraron presas de más de un kilómetro. Pasadas las 3 p.m., la avioneta fue trasladada en una grúa hasta el hangar 66, donde expertos tenían planeado revisarla.

El 28 de mayo de 1999, el piloto ruso Nikolai Sergew, efectuó un aterrizaje de emergencia en la misma aeronave y a escasos metros de donde decidió aterrizar el mexicano.

En esa ocasión viajaba a 200 metros de altura junto al estudiante de aviación Dagoberto Ramírez, luego de que perdieron potencia en el único motor. Llevaban 18 minutos en el aire cuando sobrevino la emergencia, por lo que Sergew decidió aterrizar cerca del hotel San José Palacio.

Ninguno tuvo oportunidad de comunicarse con la torre de control de Tobías Bolaños. Tampoco resultaron heridos y el aparato no sufrió daños. Sergew dijo en esos años que la maniobra fue de muerte.