Washingtona, EE. UU./DPA y AP.- Asesinatos, asaltos a bancos, tiroteos salvajes. La famosa pareja de “gangsters” “Bonnie y Clyde” engendraba miedo y violencia. En 1934, ambos murieron acribillados a balazos. Hoy día, John McCluskey, de 45 años y Casslyn Welch, de 43, reencarnan a la legendaria pareja. Desde finales de julio huyen por el medio oeste de Estados Unidos. Y, al parecer, no tienen nada que perder.

McCluskey debe cumplir una pena de 15 años de reclusión, entre otras causas por intento de homicidio. Su fuga el 30 de julio fue espectacular. Welch, prima y enamorada de McCluskey, le lanzó unas tenazas por encima de la cerca de la prisión estatal en el estado de Arizona.

A través del hueco salieron también Tracy Province, de 42 años, y Daniel Renwick, de 36, dos asesinos con condena.

Renwick no llegó muy lejos. Dos días tras su fuga fue atrapado por la Policía después de una persecución en el estado de Colorado. Tras un tiroteo, Renwick se dio por vencido.

Province pudo arreglárselas hasta Wyoming. En un pequeño pueblo llamado Meeteetse pasó unos días. Testigos informaron a la cadena televisiva ABC, que el prófugo de 42 años incluso estuvo el domingo en la iglesia, cantó y rezó. “Dijo que creía en Dios”, contó el pastor Ron Kingston, quien intercambió unas palabras con el peligroso criminal.

Sin embargo, una asistente a la iglesia lo reconoció luego y llamó a la Policía. Durante su captura el lunes llevaba una pistola y una placa con la inscripción “Casper”, una ciudad alrededor de 250 kilómetros al sur.

Sin embargo, la persecución de la Policía continúa, ya que John McCluskey y Casslyn Welch permanecen prófugos. Por último, fue registrada una gran parte del parque nacional Yellowstone. Las autoridades consideran posible un intento de fuga a Canadá.

“No tienen nada que perder”, dijo el jefe de Policía estadounidense David González a la emisora de noticias CNN. “Creen que son Bonnie y Clyde”.

Por este motivo, los agentes presumen que la huida podría tener un final mortal. “Creemos que no tienen ninguna intención de ser capturados vivos”, añadió el jefe policial estadounidense Fidencio Rivera, quien cree que también es posible un suicidio.

De cualquier manera, la huida de McCluskey y Welch ya les costó la vida a dos personas. Un matrimonio de 61 años fue hallado muerto en el estado norteamericano de Nuevo México, calcinado en su caravana. Su automóvil fue encontrado por los investigadores a cientos de kilómetros de distancia, con huellas de McCluskey, Welch y Province.

Entretanto, la madre de McCluskey está detenida, acusada de haberle proporcionado a su hijo dinero, ropa y un vehículo para huir.

Su padrastro difunde su ira a través de la televisión. “Nunca comprenderá cuánto me lastimó a mí y a su madre”.

La Policía teme que la pareja que está huyendo también busque la ayuda en la “Hermandad Aria”. Se presume que McCluskey pertenece a esta asociación radical de derecha, que es considerada muy violenta y que se puede encontrar en muchas cárceles de Estados Unidos.

La red funciona bien fuera de las prisiones, como saben las autoridades. Así pueden conseguir armas con facilidad.

Si bien hay una recompensa de $40 mil por la pareja, la Policía aconsejó que bajo ninguna circunstancia uno trate de acercarse a ellos, ya que se los considera impredecibles.

“Ellos creen que viven como en una película y que todo es una broma”, dijo González. “Pero es una historia muy, muy seria”.

Los rastrean

Un pelotón de policías se movilizó por senderos y bosques en el noroeste de Arkansas en pos de una pista que aparentemente resultó infructuosa.

Había circulado la versión de que John McCluskey y Casslyn Welch hubiesen sido los autores del asalto al salón Kut & Kurl en Gentry, Arkansas, el miércoles pasado, pero las autoridades dijeron que su investigación no les daba motivo para suponer que ambos fueran los actores.

Los residentes estaban en guardia, sabiendo que la pareja buscada es sospechosa de una tanda de delitos sangrientos en varios estados.

El episodio más reciente en la cacería de la pareja, dejó a la Policía desde el norte de Montana hasta la región de Ozarks de Arkansas detrás de los fugitivos más buscados en Estados Unidos.