Felipe Arrieta, colaborador
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Entre el rugir de los motores, la buena música, noticias y sus adorados sobrinos, Jennifer Hidalgo disfruta su vida siempre con el acelerador a fondo.

¿Cómo llegó al mundo de los motores?

Por un trabajo en la “U” sobre deportes, pero no quería hacerlo de fútbol como todos, entonces me acerqué a la Asociación de Rally.

¿Quién le puso “La Chica de los Motores”?

Es más fácil identificar a una mujer en motores que a otra persona, no ha sido así como un apodo, simplemente soy la mujer que destaca cubriendo temas de motores y organizando eventos.

¿La han menospreciado por ser mujer?

Uno siente que si no te conocen y no saben que tenés muchos años en esto, dudan de que podás tener criterio para opinar sobre el tema, cuando ya saben que sí, más bien respetan.

¿Cuál es el carro de sus sueños?

El Subarú Impreza, porque entre las disciplinas de motores, el rally siempre ha sido como mi consentido. Si nos vamos al rally mundial, Subarú es el equipo que siempre me ha gustado.

¿Qué opina de las mujeres que se fijan en el carro de los hombres?

A mí me importa que carro tengo yo y no que carro tenga mi pareja, pero sí hay mujeres a las que le gusta de vez en cuando darse un paseo en un carro “chiva”.

A los hombres nos encanta hablar de fútbol y motores. ¿Le ha ayudado saber tanto del tema?

Sí, yo creo que a los hombres les llama la atención que una mujer sea allegada a algo tan masculino y que sepa del tema.

¿Cuál es la mejor ruta para llegar al corazón de una mujer?

No desacelerar, ser siempre muy constante, ser el copiloto de esa persona para que sean los mismos gustos, la misma dirección, la misma ruta.

¿Ha corrido alguna vez?

Profesionalmente no, he participado en carreras de regularidad, que son muy recreativas, son más precisión que velocidad. Por ahí he probado kartismo pero profesionalmente prefiero mejor ser la comunicadora de los eventos.