Dubai/DPA ¿Qué ocurre cuando Novak Djokovic se encuentra cara a cara con Dubai? Lo único posible: que se enamore.

Y es que después de tener el privilegio que sólo poseen los tres primeros clasificados en el torneo de Dubai, el de estar alojado en el majestuoso Burj al Arab, el hotel más caro y lujoso del mundo, las palabras del serbio sobran.

Pero, ¿cómo no enamorarse del único hotel siete estrellas del mundo?

La honorífica constelación la obtuvo el hotel debido a sus servicios, entre el que destaca el de disponer transporte para cada huésped en, nada más y nada menos, que en un Rolls Royce.

También destaca la magestuosidad de sus 9 restaurantes tan paradójicos entre sí. Por ejemplo uno se encuentra bajo el mar en una especie de acuario, mientras que el otro brinda una espléndida vista desde los 200 metros sobre el nivel del mar.

“Sin duda es el mejor hotel en el que estuve. Su aspecto es simplemente increíble. De quien quiera que haya sido la idea, es magnífica”, dice el número dos del mundo.

Djokovic es el actual campeón del torneo, tras vencer en la final de 2009 al español David Ferrer, y tras la retirada de Federer se perfila como el favorito para revalidar su triunfo del año pasado.