Los usuarios de la ruta intersectorial La Periférica “deberán acostumbrarse a llegar tarde al trabajo y a tener una mala calidad de viaje”.
Así lo afirmó ayer Luis González, gerente de esa empresa de autobuses.
En diciembre pasado, el Consejo de Transporte Público (CTP) no autorizó a la compañía a utilizar las seis unidades que compraron para aumentar la flotilla.
Según González, esa restricción hace que los usuarios no tengan un “buen servicio”.
“Tenemos 29 unidades funcionando, pero ya no dan abasto. Podríamos poner a funcionar estos buses y listo, pero no. El servicio que estamos dando es malo y no es nuestra culpa”, dijo.
Ante eso, la empresa recolectó firmas de usuarios para hacerle entender al CTP que la necesidad de incorporar esas unidades a la actual flotilla es real.
“El miércoles, Sara Corrales (representante vecinal) entregará, como medida de presión, estas casi 4 mil firmas a la junta directiva del CTP”, explicó.
Nunca llegó la solución
El Tribunal Contencioso Administrativo dio, el 6 de febrero, un plazo de 30 días para que el CTP y la empresa llegarán a una conciliación.
Ese plazo se vence hoy y, según González, no ha habido ningún acercamiento.
Se intentó conocer la versión del director CTP, Mario Badilla. Se le llamó varias veces a su oficina y se le dejaron mensajes con su secretaria.
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