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Marc Antony recorrió el escenario tan largo fue. No se detuvo en ningún momento para descansar. Erick CÓRDOBA/Al Día
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Marc y su amor
Anoche, Jennifer López no paró de bailar en el concierto del puertorriqueño Isaac LOBO ilobo@aldia.co.cr
Fue un choque de poderes entre el viento frío de diciembre y la salsa caliente que salía de la garganta de Marc Anthony. El segundo ganó la batalla.
Aunque se esperaba más gente, el concierto del borícua lo disfrutaron pocas personas, anoche, en el Estadio Ricardo Saprissa, en Tibás.
A las 9:30 p.m., el puertorriqueño salió a la tarima, elegantemente vestido e interpretó su tema "Valió la pena".
La gente bailó, pero había un persona especial que lo hacía con mucho cariño. Se trató de la actriz y cantante Jénnifer López, que se llegó al país con él.
J Lo no dejó de moverse con cada tema del salsero, mientras batía palmas.
Ningún asistente se dio cuenta de que ella estaba allí, pues los ojos de todos estaban puestos en el "flaco" y su excelente voz. Mucho saborMinutos antes, el coro de los niños de la Fundación de Niños por el Planeta entonó canciones llenas de amor.
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¡Cómo le aplaudía Jénnifer López! Se nota que está enamorada. Se mantuvo detrás del escenario. Erick CÓRDOBA/Al Día
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Luego el artista nacional Arnoldo Castillo puso al tope el patriotismo con la canción "Recordando mi puerto", en salsa, y "Caña dulce", en bolero.
Cuando llegó el turno de Marc Antony, la gente que espera valientemente se dio cuenta de que las filas que hicieron valieron la pena.
El escenario lucía limpio y sencillo, con toda una banda de músicos, que acompañaron a Marc, quien no paró de moverse por todo el escenario y de vez en cuando lanzarle una mirada de cariño a su Jénnifer López.
"Es un placer inmenso estar aquí, felicidades son un pueblo hermoso", manifestó el puertorriqueño, quien al parecer se expresa mejor cantando que en oratoria.
Él interpretó temas como "Y hubo alguien", "Hasta ayer", "Celos" y "Contra la marea". La gente se los sabía todos y trató de pararse en sus sillas, pero la seguridad se lo impedía.
El público fue mixto, de todas las edades y dispuesto a hacerse sentir, a pesar de que no eran muchos.
Marc hizo su fiesta y le dio una buena velada a la gente.
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