Sábado 18 de diciembre, 2004. San José, Costa Rica.


Recuento de los hechos más relevantes en nuestro país durante el 2004... Luis Miguel en concierto... Luis Miguel en concierto... Luis Miguel en concierto... Luis Miguel en concierto...

Campeonato Nacional 2004-2005


 

Cultura sexual

Cuestión de madurez

Dr. Mauro Fernández

drmauro@icosex.com

La menopausia, el cese del patrón menstrual, tiende a presentarse alrededor de los 45 años. Usualmente la población general pregunta si existe una menopausia masculina, cuyo nombre científico sería andropausia.

Desde le punto de vista médico, solo un pequeño grupo de varones enfrenta un problema hormonal con la edad (1 de cada 5 mil). Lo que sí se observa con frecuencia es la mala adaptación psicológica al paso de los años, de manera que al cumplir determinada edad ciertos varones comienzan conductas difíciles de explicar.

Algunos tienden a comportarse y a divertirse como personas mucho más jóvenes. Tratan de compararse y competir con adultos menores y aún con adolescentes. La esfera sexual es quizá la más cuestionada, ya que el individuo suele preguntarse si es aún atractivo y, en algunas ocasiones, prueba su rendimiento y desempeño sexual con una o varias parejas. En dirección opuesta, otros comienzan a gestar toda vivencia de minusvalía, falta de motivación, astenia, adinamia (pereza y cansancio) asociada a cierto grado de irritabilidad.

Además, una queja constante sobre como es la gente ahora, y una añoranza por los viejos tiempos. Empieza a aflorar y a abarcar la totalidad de la vida cotidiana del individuo.

Cuando estas conductas se presentan, los otros miembros del núcleo familiar tienden a referirse al varón como "menopáusico".

La diferencia con la menopausia femenina es que en este caso, el problema no es hormonal, ni físico, sino estrictamente cultural. Por esa razón, la edad a la cual se pueden presentar estas manifestaciones varía en diferentes culturas y está ausente en aquellas que aprecian y valoran las sabidurías de las canas. En nuestras latitudes observamos dos décadas estigmatizantes, las de los 40 y 50 años, donde socialmente se parte de la premisa "ya estás viejo".

Y no se quiere ser viejo cuando se ha puesto el autoestima en habilidades que se deterioran con la edad. Ese es el caso de la esposa que centra su valor en su figura, el varón que demuestra su virilidad con la fuerza, en contraposición con aquellos cuyas destrezas se acrecientan con la edad y el entrenamiento.

La madurez consiste en desarrollar las potencialidades que los años ofrecen, abandonando con donaire aquellas que los años se llevan.

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