Futbolistas sobreviven a largas lesiones

Superar el calvario

Alpízar es el último, pero no el primero que se enfrenta a un torneo lesionado

Alejandro Alpízar lo está viviendo en carne propia, en pleno inicio de ese calvario, recientemente vivido por otras figuras del fútbol nacional, desde Rolando Fonseca hasta Álvaro Saborío.

Aún adolorido, los análisis le plantean al jugador el primer reto, el diagnóstico: de siete a ocho meses sin fútbol, perderse casi por completo el campeonato nacional. Enseguida viene la visita al quirófano, casi siempre por lesiones de rodilla, y el natural temor de si podrá ser nuevo el jugador que era.

"Es una incertidumbre... de todo un poco, porque mucho depende de que la operación salga bien", comenta Alejandro Alpízar, quien será operado en un par de semanas por ruptura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, lo cual le llevaría unos ocho meses fuera.

"Uno se siente un poco mejor -reconoce Alejandro Alpízar-, cuando ve a jugadores con lesiones como la de uno, ya recuperados y jugando".

Nadie dice que es fácil, en una mezcla de nerviosismo, tristeza... "de todo un poco", reconoce el manudo. Lo más duro quizás no es la parte física de la lesión, sino la emocional, el verse fuera, el querer sentirse pronto recuperado. "Lo que más afecta es la espera, porque físicamente el jugador puede ir evolucionado", comenta el médico de la Liga, Alfredo Gómez.

"Ahora, con los métodos de rehabilitación agresiva, cada vez se acorta el tiempo de recuperación. En promedio se habla de seis a ocho meses, pero hay jugadores que han regresado a los seis meses".

Podría parecer poco, pero al jugador se le hace eterno.

Algunos casos Archivo /Al Día Johnny Cubero Jugador del Comunicaciones Cubero se fracturó el fémur en febrero del 2000, jugando con la Liga en Belice por el torneo de Concacaf. Volvió un año y seis meses después. Archivo /Al Día Reynaldo Parks jugador de Saprissa Ha sufrido seis lesiones desde el 2000; la más grave ha sido la última, en la rodilla izquierda, que lo tiene sin jugar desde hace siete meses. Sigue sin rendirse. Archivo /Al Día Rolando Fonseca jugador de Comunicaciones En diciembre del 2003 se lesionó el ligamento cruzado de la rodilla izquierda y no volvió hasta agosto del 2004. Está bien físicamente, pero le ha faltado ritmo. Archivo /Al Día Álvaro Saborío Saprissa La fractura en la tibia de la pierna derecha lo dejó fuera del Clausura pasado. Casi siete meses después se muestra totalmente recuperado.

Así se le hace frente

Wanchope, con varias lesiones de rodilla, sabe cómo pocos cómo luchar contra ellas, no dejarse vencer, ni física ni anímicamente: "la mente es muy importante". "A medida que uno está recuperándose hay que pensar en los momentos buenos", comenta Wanchope, quien sabe no es nada fácil estar alejado de la pelota varios meses.

"Siempre me mentalizaba, cuando estaba haciendo bicicleta estacionaria o pesas pensaba en aquel día en que debuté en Manchester o el mejor gol con la selección... son cosas importantes para tomar fuerzas".

Lo demás, según advierte, es cumplir el plan de rehabilitación y hasta más: descansar, alimentarse bien, informarse con nutricionistas, fisioterapistas y no dejar de fortalecer la zona lesionada, aún cuando se haya regresado al fútbol. "Dependemos de esto y si uno quiere seguir a ese nivel, hay que hacerlo. Si no tuviera la meta de otro Mundial ya me hubiera relajado y no pasaría grandes sacrificios, porque es duro estar en el gimnasio mientras uno ve los compañeros en la cancha".