Mujeres asistieron a control prenatal

Salud investiga extraños abortos

Cabo Blanco, Lepanto - El Ministerio de Salud y la CCSS investigan las circunstancias en que cinco mujeres de este distrito de Puntarenas, perdieron a sus bebés, mientras estaban en gestación, de abril a noviembre del 2004. Al estudio que se inició en enero, se suma otra mujer cuya hija nació con el síndrome de paladar hendido y ahora dos casos del 2005.

El de una mujer, que perdió a su bebé a las 26 semanas y el de una señora cuya niña nació con vida, pero presenta serias malformaciones congenitas.

Las madres sospechan que la cercanía con una finca melonera y la posible exposición a los agroquímicos que ahí se utilizan podría haber causado las muertes de sus hijos.

El administrador de la compañía melonera Cabo Blanco, (la única en Lepanto), German Villalobos, dijo ayer que "hemos estado abiertos a cualquier investigación, pero no creemos que la situación se dé por nosotros. Somos una empresa certificada, exportamos a Estados Unidos y Europa y solo usamos los químicos que ellos y el Ministerio de Salud permiten".

El director interino de la Región Pacífica Central del Ministerio de Salud, José Bárcenas, indicó que la investigación, en la que también participan la UNA y el MINAE, está en una fase muy preliminar, por lo que no se puede afirmar esa relación.

"No todas las mujeres han presentado problemas, por lo que hay que esperar las pruebas de laboratorio", agregó.

Ólger Aguirre, director de la clínica de Jicaral, dijo que " no podemos decir que la melonera tuvo influenciapero su control prenatal fue el adecuado.

"Temo que me pase lo mismo"

Solo 15 minutos pudo abrazar doña Olga Pérez a su quinta hija, el 17 de junio, día en que nació muerta en la maternidad Carit, tras un embarazo "normal" de 9 meses y cuatro partos.

"No fue descuido mío, fui a todas las citas y 15 días antes, al hospital de Nicoya, pero me devolvieron.Tras un ultrasonido en la Carit me dijeron que hacía poco había muerto. La ví, tenía bombitas de agua en el cuerpo, igual que la de una vecina. Todos los días pienso en ella".

"Durante el embarazo no me comí ni un melón porque los fumigan con químicos, pero dicen que son fuertes y el viento puede correrlos hasta las casas. Tomábamos agua de un pozo a tres metros del río donde van a parar todas las aguas".

"Ahora volví a quedar embarazada.Eso me sacó de la depresión, pero tengo miedo de que me pase lo mismo", señaló con mucha tristeza doña Olga.