Asesinan al personaje del pueblo, duelo en Tronadora, de Tilarán

Anciano aparece degollado

Sospechoso es un nicaragüense que había sido expulsado dos veces del país este año

Tilarán, Guanacaste. - Domingo Huertas Barquero, quien hacía 10 días cumplió 70 años, apareció antenoche degollado y abandonado en una acera aledaña al redondel de toros de Tronadora de Arenal, confirmó ayer el OIJ de Cañas que investiga el caso.

Como sospechoso del homicidio figura un nicaragüense de apellido Gudiel, de 22 años, quien ayer permanecía a las órdenes del fiscal José Tulio Rojas, también del Poder Judicial en Cañas.

El extranjero este año había sido expulsado del país en dos ocasiones. El móvil del hecho, presuntamente, habría sido el robo conforme a las primeras averiguaciones.

Huertas había retirados, el viernes su pensión de ¢16 mil, correspondiente al Régimen no contributivo de la Caja Costarricense de Seguro Social.

Anteayer por la tarde, se le vio solo. Sin embargo, a primeras horas de la noche ya andaba acompañado por Gudiel y otros dos nicaragüenses, detallaron ayer las autoridades. Luego, el grupo se reunió frente al bar Guiselle, donde Huertas le dio un poco de dinero a Gudiel para que comprara una pachita de licor, la cual ingirieron en las afueras.

Luego, el anciano se embriagó y Gudiel lo sacó del lugar abrazado. Los dos se enrumbaron hacia el sitio en donde el anciano, luego se le encontró sin vida. Algunos testigos, posteriormente, vieron salir solo al extranjero.

El OIJ, con la autorización de la jueza Berenice Picado, allanó la casa de Gudiel, situada a unos dos kilómetros ahí se decomisó un cuchillo y otras evidencias que, al parecer, lo vinculan con el homicidio de Huertas.

"Mingo", el personaje

Aficionado a la carpintería durante sus últimos años porque durante toda su vida se dedicó a sembrar maíz y frijoles. Así podría resumirse la existencia de Domingo Huertas, conocido como "Mingo" en Tronadora de Arenal. Era oriundo de Puntarenas, el tercero de cuatro hermanos, informó ayer Ascención, el mayor de todos.

La víctima, tenía 20 años de haber llegado a la zona y vivía en Chimurria, un pequeño pueblo situado a dos kilómetros del centro de Tronadora. Los vecinos le tenían tanta confianza que, cuando alguno de ellos salía, lo dejaban cuidando la casa, dada honradez y responsabilidad.