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 Nacionales Lunes 31 de octubre, 2005, San José, Costa Rica.
 

Tras aprobarse ley de migración

Nueva ley no intimida a los coyotes en la frontera norte

Policías a la espera de aplicar norma que castiga con cárcel el trasiego de personas

Gilda González, enviada

Peñas Blancas.- Algunos saben del tema pero no quieren opinar, otros apenas lo tocan como si les fuera ajeno, y hay quienes dicen que el panorama de trasiego no cambiará en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, a pesar de la nueva Ley de Migración y Extranjería aprobada el jueves.

Por todas partes

Los ilegales ingresan en Peñas Blancas por Puerto Soley, La Pimienta y El Tubo. También por Upala y Boca de San Carlos, entre otros.

Esta norma castiga con cárcel el coyotaje y pone multas elevadas a las empresas y personas que den trabajo y refugien a indocumentados.

Además:

  • "Peñas Blancas está cargado de coyotes"
  • Y es que el viernes, nicaragüenses sin papeles seguían pasando hacia nuestro territorio por los sitios poco vigilados.

    Otros, en igual condición, se atrevían a pasar por la zona de migración, pero con la ayuda de alguno de los tantos coyotes (trasegadores de ilegales), que allí se aglomeran.

    El movimiento es el mismo y los efectivos de la Fuerza Pública solo esperan a que la ley se publique en el diario oficial La Gaceta, para aplicarla, aunque hay creencia de que los coyotes seguirán intentándolo, pese a que el delito se pague con cárcel.

    La norma castiga, con dos a seis años de cárcel, a quienes trafiquen con extranjeros.

    La ley, también indica, que se permitirá el ingreso de los trabajadores, de zonas aledañas, a las fronteras con el permiso de entrar y salir para trabajar.

    "El paso fronterizo es muy extenso, por algún lugar la gente seguirá pasando por encima de cualquier ley que se firme", dijo un aparente cambiador de moneda, que no quiso dar su nombre. Frente al muro, que está en la frontera, hay tres torres de la policía desde donde se ven pasar familias enteras con mochilas, buscando la forma de ingresar a suelo costarricense.

    "Por cualquier lado se meten. Hay que estar patrullando, a lo largo de la carretera. Otros se quedan en la zona montañosa esperando a que se haga de noche para entrar", comentó el policía Orlando Elizondo. Al Día confirmó que el paso de ilegales también se sigue produciendo por la zona oficial de migración, a la vista y paciencia de los funcionarios.

    Así lo veo

    Foto Flotante: 1104620

    La ley está muy buena porque el ilegal no puede estar pasando. Tengo mi residencia y siempre uso pasaporte".

    José Ángel Jirón, residente.

    Foto Flotante: 1104619

    Las personas tienen que sacar sus papeles para que entren legales a un país, y que no pase nada malo".

    Ruth Vílchez, visitante.

    Foto: 1104498
    Orlando Elizondo, de la Fuerza Pública, se encarga de vigilar, desde una torre, el paso de indocumentados.
    Manuel VEGA

    Foto: 1104499
    Ayer, muchos adultos pasaron con niños por entre la montaña nicaragüense fronteriza. Buscaban sitios poco vigilados.
    Manuel VEGA

    Foto: 1104500
    Algunos dueños de fincas, en el lado nica, cobran un "peaje" a sus paisanos para dejarlos acercarse a Costa Rica.
    Manuel VEGA

    Foto: 1104501
    Cuando los nicaragüenses llegan a suelo tico, buscan un taxista pirata para ir a Liberia. De ahí, se trasladan a San José.
    Manuel VEGA

    "Peñas Blancas está cargado de coyotes"

    Peñas Blancas.- En esta zona fronteriza, con Nicaragua, pululan los hombres y mujeres "coyotes", es decir que se dedican a trasegar, de distintas formas, a personas indocumentadas.

    Algunos se hacen pasar solo por cambiadores de moneda, otros por carretoneros (cargadores de equipaje) o por simples mirones que pierden el tiempo en la zona limítrofe.

    Pero la verdad es otra. Casi todos también aceptan "ayudar" a pasar si no presenta papeles.

    Al Día conversó con una nicaragüense que labora, desde hace 7 años, como carretonera en el lado tico, pero que también logra que sus compatriotas, sin pasaporte, pasen por los puestos fronterizos sin ser rechazados.

    La entrevista se efectuó, el viernes a mediodía, a cambio de que no le tomaran fotografías ni se publicara su nombre real.

    Este es un extracto de su relato: "Nosotros nos dedicamos a jalar maletas, pero también pasamos a los nicas que solo traen carné de residencia y no tienen pasaporte. Les ayudamos a llegar al otro lado (Costa Rica) pasando por los dos puestos de la policía. Les damos ¢2 mil a cada uno de los que están vigilando.

    "Los ticos nos ayudan y yo después les pido que me den algo. Los dejan salir y entrar las veces que sean. Muchos de los coyotes, del lado nicaragüense, los golpean, les roban y les sacan las carteras. Uno los trata bien.

    "Este trabajo lo hago para ganarme el cinco, tengo que mantener, junto con mi esposo, a seis hijos.

    "En caso de que esa nueva ley se comience a aplicar, nos quedaríamos solo jalando equipaje, lo otro ya no".

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