San Juan de Santa Bárbara, Heredia

"No sentí balas en el cuerpo "

Gerardo Umaña narra cómo se defendió de dos ladrones que querían robarle la moto

Santa Bárbara. - Gerardo Umaña, de 40 años, se tiró de la moto que conducía, el miércoles pasado, cuando vio a un hombre armado apuntándole de frente, y, luego de eso, recibió cuatro balazos, detuvo a dos delincuentes y fue a dar al hospital de Heredia.

No se explica por qué los ladrones no le pidieron la motocicleta. "No tenían que disparar. Se la hubiera dado", afirma Umaña mientras observa a su hijo, Johnathan, de 17 años, quien también resultó herido en el enfrentamiento con los delincuentes.

Y es que Umaña no quería tener problemas con nadie, pero, cuando se bajó de la moto, lo hizo porque tenía un arma frente a él.

En ese momento, el antisocial no dijo nada y le disparó a uno de los pies. "Cuando me agaché, simulando que estaba herido, me di cuenta de que iba a disparar otra vez, y, entonces, me lancé para agarrar el arma".

Todo fue muy rápido. Mientras rodaba por el suelo con el ladrón, escuchó el segundo disparo y sintió cómo la bala le cruzaba el abdomen y salía por la espalda.

Johnathan se tiró encima del delincuente para ayudar a su padre, pero el ladrón lo golpeó con el arma hiriéndolo en la cara.

El otro ladrón disparó e hirió a Johnathan en una pierna.

En medio de la trifulca, otra bala le impactó a Umaña en el hombro. Él está seguro de que iba directa al corazón. "Tenía a uno de los ladrones en el suelo, el arma ya no tenía balas, pues la última me la metió en la mano. Fue en ese momento cuando el otro ladrón agarró a mi madre y dijo que le iba a disparar, si no soltaba al compañero", agrega Umaña.

La respuesta fue contundente, sin contemplaciones: "Si le hace algo a mi mamá, a éste también lo mato".

"Detrás de ellos salió mi hermano y, entonces, logró desarmar al ladrón, que salió corriendo", comenta.

Solo habían pasado cinco minutos desde el primer disparo y ya los ladrones estaban atrapados.

"No sentía las balas en mi cuerpo, era tanta la adrenalina, que no sentía dolor".

Los dos delincuentes purgan un año de prisión preventiva, y uno de ellos ya estaba condenado a 15 años por homicidio.

"Si tengo que volver a hacerlo, lo hago. Debía defender mi vida y la de mi hijo. No podía permitir que nos hicieran daño", añade.

A soldador no le interesa lo material

Gerardo Umaña Valverde, de 40 años, es un soldador que se gana la vida con trabajos ocasionales.

"No me interesan las cosas materiales. Si me defendí, fue para salvar mi vida y la de mi hijo".

Casado, con tres hijos, tiene 30 años de vivir en Santa Bárbara de Heredia. "Mucha gente me conoce y sabe que soy una persona tranquila, que, más bien, me paso de buena gente".

En la calle Moreira , donde vive Umaña, sus vecinos están asustados.

Él asegura que piensa comprar un arma, y no tiene la menor duda de que lo hará, más ahora que fue víctima de un intento de asalto.

"Ahora, ni a la esquina se puede salir, si no es con un arma para defenderse de los delincuentes", comenta Umaña.

El día del intento de asalto, salió de su casa para ir a buscar a un señor al que le había hecho un trabajo. "Ni las personas honradas se salvan de estas situaciones", agrega.

Umaña es oriundo de Acosta y no piensa irse de Heredia.

"Aquí hay mucha gente que se dedica a robar carros y motos, a quitarles a las personas lo que se ganaron honradamente".