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 Sucesos Viernes 18 de agosto, 2006, San José, Costa Rica.
 

Permanecieron 39 días detenidos en México

Pescadores hallaron la paz de nuevo en casa

Barco quedó incautado hasta que paguen multa

Rolando AVILÉS, corresponsal
Carlos LÁSCAREZ S.

Además:

  • Llegó y estrena una bebé
  • Puntarenas. - Familiares, compañeras, esposas y madres recibieron ayer con los brazos abiertos a los nueve pescadores ticos detenidos en México, luego de una ausencia de 39 días.

    Casi sin nada

    La mayoría de pescadores regresaron al país con ropa prestada o regalada, ya que perdieron todo, incluída mercadería valorada en $200 mil.

    Atrás dejaban el horror de la cárcel en un país extraño. Ellos volvieron con la esperanza de no tener que volver a estar encerrados en una prisión federal. Antenoche en el aeropuerto Santamaría, la familia los recibió con pancartas, mantas y un bus privado que los llevó hasta Puntarenas, donde vive la mayoría.

    A las 9:30 de la noche del miércoles, los pescadores Manuel Antonio Rosales, Justo Aguirre (capitán), Marcelo Álvarez, Marlon Campos, José Delgado, Franklin Murillo, Anthony Abarca, Déiler Fernández y Jesús Ortiz, arribaban a suelo nacional en un vuelo de Mexicana.

    A la 1 de la madrugada de ayer, el bus llegaba a Puntarenas y de ahí a Fray Casiano y Juanito Mora, donde reside la mayoría.

    El capitán Justo Aguirre fue recibido con la sorpresa de que su hija de dos días lo esperaba, lo que lo llenó de inspiración y deseos de seguir adelante.

    "Dios permitió que saliéramos de aquel lugar. No podía creer que iban a pasar siete años y que no iba a poder conocer a mi bebé", comentó aún sorprendido.

    Similar criterio externó el pescador Manuel Rosales, quien dijo que le extrañó el volver a dormir en una cama con colchón, ya que durante más de un mes lo hicieron en camas de piedra y en condiciones muy difíciles.

    En medio de abrazos y besos se dio fin a la pesadilla que durante 39 días vivieron en una prisión mexicana, luego de haber sido detenidos, el pasado 8 de julio, y se les acusó de pescar ilegalmente.

    Foto: 1337071
    El capitán Juan Aguirre junto a su esposa Lilibeth y su pequeña hija Leylani Yadel de dos días.
    Rolando AVILÉS

    Llegó y estrena una bebé

    El pescador que más ansiaba regresar al país era el capitán Justo Aguirre, quien estando detenido se enteró de que su esposa Lilibeth Calderón Ortíz había dado a luz a su segundo bebé el 14 de agosto.

    Ayer cuando llegó a Puntarenas tomó un taxi y llegó hasta su casa, donde tras un fuerte y caluroso abrazo con su esposa y su otro hijo Justin (3) corrió hasta un cuarto, donde dormía su pequeña Leilany de dos días de nacida.

    "Mi hija es el regalo más grande que he tenido. Por ahora este año sólo pienso dedicarme a ella, ya que tiene un soplo en el corazón", dijo entre lágrimas después de verla.

    Agregó que por este año no quiere pescar más, aunque sabe que en algún momento deberá regresar al mar, ya que en la pesca se ha ganado la vida.

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